domingo, 22 de diciembre de 2013

Capítulo 23

Un cumpleaños para no olvidarlo. Parte 1. 
*NARRA LIAM*
Me había saltado un poco las normas sombre los disfraces ya que me había comprado uno, pero no podían decirme nada, era mi cumpleaños. Había estado dudando entre el disfraz de Woody y el de Batman, pero supuse que el de Batman era más correcto para un chico que cumplía 17, me hacía parecer más varonil, según había dicho Patri. Ella me había acompañado a comprarlo y era la única que sabía de qué iba disfrazado.
Niall y Zayn habían subido conmigo hacía unas 3 horas a empezar a colocar cosas, y los dos me habían demostrado la poca imaginación a la hora de disfrazarse, aunque el de Zayn estaba un poquito más currado.
El moreno se había vestido entero de negro y se había pintado la cara de blanco, supuestamente, iba de fantasma/vampiro, mientras que el rubito solo se había puesto una careta y llevaba un tridente que le había dejado yo.
Mientras colocábamos las cosas ellos tenían puestos los disfraces mientras que yo estaba con ropa normal, ya que mi traje era más aparatoso. Colocamos las cosas y nos sobraba hora y media antes de que viniesen los demás así que bajamos a mi casa y aprovechamos para hacernos fotos y jugar a la play. Zayn nos hizo una a Niall y a mi bastante graciosa, en ella se plasmaba la originalidad del leprechaun
 Hacía como dos minutos que había empezado a llegar la gente a la azotea de nuestro edificio y la verdad es que todo iban bastante más originales que ellos pero no más original que yo, aunque claro, yo había hecho trampas.
Louis iba de Clark Kent, Harry de canguro boxeador, Mery de caperucita roja, Daniela de militar e Irene, supuestamente iba de Campanilla, ella, igual de original que su novio. 
Me empezaron a besuquear por encima de la máscara de Batman y felicitarme por mis recién estrenados 17. En ello estaban cuando la puerta de la azotea se volvió a abrir y apareció corriendo como una loca un Alicia en el país de las maravillas morena y con la falda más corta que la original. Patri empezó a correr desde la otra punta de la azotea y saltó a mis brazos abrazándome para felicitarme.
La verdad es que la morenita y yo siempre nos habíamos llevado muy bien pero ahora estábamos más unidos que nunca. Se había vuelto una persona muy especial para mí, pero no penséis mal, era como mi hermanita pequeña, de otra forma, Louis me mataría.
Cuando me abrazo y se quedó a gusto después de besuquearme y tirarme de las orejas o cuernos de la careta, se separó. En ese mismo instante escuché como se cerraba la puerta de la azotea indicándome que alguien más acababa de entrar y fue cuando la vi.
Llevaba la melena rubia alisada y suelta. Los ojos delineados en negro resaltando su fondo azul verdoso y los labios rojos pasión, haciendo que deseara besarla más que nunca. Vestía una falda negra con unas botas altas, unos guantes, una capa y un corpiño negro con el símbolo de Batman en amarillo. 

Iba preciosa y perfecta. Era tan bonita que no sabía si delante de mi había una chica disfrazada de Batwoman o un ángel caído del cielo al que le han arrancado las alas obligándole a quedarse en la tierra, impidiéndole volar.
Primero la vi quedarse quieta, desconcertada al vernos con el mismo disfraz pero luego cogió aire y comenzó a caminar, avanzando con una seguridad impresionante.
Cuando llegó a donde me encontraba me sonrió y me quitó la máscara. Se aupó un poco sobre las puntas de sus pies y beso mi mejilla bastante cerca de los labios, dejándome con ganas de mas.
-       Felicidades Batman – se separó mostrándome una preciosa sonrisa.
-       Me has copiado – dije de broma.
-       No sabía que fueses a vestirte de Batman se suponía que no se podía comprar el disfraz, tramposo. Además, a mi me queda mejor.
-       Eso no te lo discuto, estas preciosa – sus mejillas se tornaron levemente mas rojas.
Era cierto, estaba muy sexy pero es que estaba preciosa. Se alejó un poco y empezó a hablar con los chicos. Noté que alguien hablaba pero no tenía muy claro que me estaba diciendo, me había quedado embobado mirándola.
-       Liam, Liam, ¡Liam tío, vuelve!- alguien me atizó una colleja.
-       ¿Que? – dije perdido.
-       ¿Que te pasa? Te has ido colega – dijo Harry.
-       Los 17 que le vuelven tonto. – se mofó Zayn.
-       ¿Así que es por eso por lo que eres tan poco espabilado? ¿Por que tú ya tienes los 17? – preguntó Dani metiéndose con Zayn.
-       Que graciosa eres – contestó el moreno con sarcasmo.
-       Ya lo sé, muchas gracias por el cumplido.
-       Vaya dos – dijo Patri negando con la cabeza.
-       Que nos vamos del tema – dijo Harry - ¿Quien falta?
-       Solo Adri, Tammy estaba en el baño de casa de Zayn. –contesté
-       ¿Van a estar los dos juntos? – preguntó Nicki.
-       Sí, pero no lo saben, esos dos lo tienen que arreglar – dije seguro.
*NARRA TAMMY*
Ya habían llegado todos hacía un ratito y habíamos empezado a hablar y eso, pero me dolía mucho la cabeza, así que me excusé y me alejé un poco.
No iba a negar que me alejaba no solo por mi dolor de cabeza, si no por mas cosas. Entre ellas se encontraba el hecho de que Mery me recordaba tanto a su hermano que me hacía daño y que me daba envidia ver a todas las parejas juntas y pensar porque no podía vivir yo mi cuento de hadas.
Me senté en el poyete de la azotea, desde donde se veía Londres iluminada por los últimos rayitos de sol. Empecé a toquetear inquieta el bordecito de mi falda roja. Había decidido disfrazarme de Minnie Mouse
Escuché como la puerta de la azotea se cerraba pero no me encontré con fuerzas para girarme. Seguramente solo sería alguno de los chicos bajando a por algo. Me mantuve donde estaba mirando los edificios que poco a poco se sumían en la más profunda oscuridad, con las piernas cruzadas al borde del vacío
No sé cuánto tiempo pasé allí sentada porque me quedé como flotando, sumida en un extraño sueño. Se había hecho completamente de noche cuando noté que alguien se sentaba a mi lado, no miré quien era, seguía sumida en ese pequeño vacio interno en el que nada me afectaba.
Una voz conocida me sacó de mi duermevela.
-       ¿Ni siquiera piensas mirarme? – esperaba a cualquier persona menos a él allí.
Giré la cabeza lentamente y me topé con sus ojos azules y su pelo negro azabache adornado por una orejas negras de Mickey Mouse.
-       ¿Vas a volver a marcharte? – preguntó clavando sus ojos en los míos. Azul contra azul, hielo contra hielo.
La voz había desaparecido y los labios se me habían pegado, no era capaz de decir ni una sola palabra y sabía que él esperaba una respuesta.
-       He hablado con Liam ¿sabes?, es buen chico – apartó sus ojos de los míos y miró los edificios de Londres.
Le imité.
-       Me acuerdo de una escena parecida a esta, estábamos en Alaska y tenias examen al día siguiente. Me acuerdo que te empezaste a agobiar y te llevé al edificio de astronomía. Nos sentamos en la barandilla de mármol y nos pusimos a mirar a la gente que pasaba por el campus. – recodé ese día y los ojos se me llenaron de lagrimas, pero no las derramé.- No éramos nada pero ya me tenías loco. Al día siguiente hiciste el examen y lo aprobaste con la mejor nota posible. Recuerdo que habíamos quedado esa misma noche en vernos otra vez en el edificio de astronomía.
Me acordaba perfectamente de aquella historia y sabía como iba a terminar así que intenté reprimir las lágrimas, pero me fue imposible.
-       Llegué antes que tú, y te espere sentado en la barandilla. Cuando llegaste, me abrazaste por la espalda y me diste un beso en la mejilla.
Bajé la mirada y noté como una lágrima se escurría por mi mejilla.
-       De pequeño cuando decía que quería estudiar ciencias era porque quería hacer cosas imposibles. Estudié ciencias pero creo que me sirvió de poco, ahora me gustaría volver hacia atrás y detener el tiempo en ese instante, pero sigue siendo imposible. Otro sueño que se va a la mierda.
De repente y sin decir nada más se levantó y empezó a andar hacia la puerta con intenciones de irse. Yo tampoco le miré a él.
Se iba a ir y le iba a perder, y no estaba dispuesta a ello así que me levanté y salí corriendo detrás de él. Le cogí la mano y le giré. Se quedó sorprendido al verme allí y no lo dudé ni un solo segundo, me agarré a su cuello y le besé.
Él, sorprendido al principio, no reaccionó pero después pasó una mano por mi cintura y me pegó a él. Y así fue como después de tres meses y medio volvimos a juntar nuestros labios, chico y chica, España y América, Mickey y Minnie. 
*NARRA DANIELA*
Habían pasado dos horas en las que no habíamos dejado de bailar, hablar y hacer el loco. Como siempre DJ Malik se había adueñado de la mesa de mezclas así que me dirigí hasta allí con el simple propósito de hacerle rabiar.
-       Malik, quita y deja paso a las profesionales, te voy a enseñar lo que es pinchar música de verdad.
-       Toda tuya – dijo cediéndome la mesa.
Empecé a pinchar música bajo su atenta mirada, realmente no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, solo imitaba los movimientos que le había visto hacer a él, y la verdad es que lo que sonaba por los altavoces no sonaba mal del todo.
-       Muy bien señorita, pero la alumna nunca superará al maestro – dijo con chulería.
-       ¿Que hablas?
-       Que esos movimientos son míos, y todavía te falta mucho por aprender.
-       Pues enséñame – dije.
-       Venga.
Le dio a una tecla y empezó a sonar la música. Empecé a hacer lo que Zayn hacía mientras él, detrás de mí, me observaba. Se acercó un poco mas hasta que sentí su pecho contra mi espalda y coló sus brazos entre los míos, rozando mi cintura y empezó a tocar teclas y a mover clavijas mientras yo hacía lo mismo. El sonido mejoró bastante.
Cuando la canción terminó, me giré y  le mire a los ojos con una sonrisa colocada en los labios. El también me sonrió y clavó sus pupilas en las mías. De repente sentí como si algo invisible me impidiese dejar de mirarlo. Noté cierto cosquilleo en el estomago al perderme en esos ojos color caramelo. Se me erizó la piel y se me encendieron las mejillas. No sabía que estaba pasando alrededor pero solo quería quedarme así para siempre.
Mi deseo no fue posible ya que su móvil empezó a sonar sacándonos de ese extraño sueño. Le había llegado un mensaje.
Mis ojos y los suyos se apartaron e intentamos actuar con total naturalidad pero no podía esconder un leve enrojecimiento de mis mejillas.
En la pantalla brillaban las palabras “Mi niña”. Sentí como si me hubiesen dado un golpe en el estómago. ¿Qué me estaba pasando?
Abrió el mensaje y lo leyó a la velocidad de la luz, al instante se le instaló una sonrisa enorme en los labios. Guardó el móvil en el bolsillo y me miró. Me obligué a mi misma a sonreírle y después me marché a tomarme una copa.
No sabía porque había reaccionado así. Últimamente estaba muy sensible, sería cosa de la regla, ya se me pasaría.
***
Dos horas y cuatro copas más tarde ya se me había olvidado todo, literalmente. No iba borracha, pues todavía controlaba lo que hacía pero sí que iba un poco más perjudicada de la cuenta.

Ya le habíamos dado los regalos a Leeyum y había soplado las velitas de la tarta. No me acordaba o no quería acordarme de lo que había pasado junto a la mesa de mezclas, por lo que, cuando Zayn se me acercó para bailar no me negué. Estuvimos bailando o más bien haciendo el bobo como siempre, éramos solo dos colegas haciendo el subnormal en la azotea de un edificio.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
NO DIGAIS NADA!! Lo se y lo siento. En mi defensa diré que estoy castigada por sacar un suficiente en biología y que solo me han dejado el ordenador un ratito. Juro que prometo compensaron a todas por esperar tanto. Miestras disfrutad de este capi, comentad mucho y sabed que os adoro como el primer dia. Y aquí me despido sabiendo que nos os serve de mucho esta disculpa pero así aprobecho, escribo y subo pronto si mis padres deciden que expire el castigo.
Os dejo una foto de como iba Liam y otra de como iba Zayn.





















UN BESAZO Y FELIZ NAVIDAD.
KISSES

martes, 12 de noviembre de 2013

Capítulo 22

Here I am.
*NARRA PATRI*
Había pasado una semana exactamente desde mi cumpleaños y ya nos estábamos preparando para otro asalto, el de Liam.
Aparentemente todo había vuelto a la normalidad. Harry y Mery habían vuelto más felices y unidos que nunca y estaban de un meloso que daba asco. Lou y yo estábamos genial también, aquel viaje me había enseñado a quererle más si era posible y cada día estaba más enamorada.
Irene y Niall estaban un poco desatados y cada vez se preocupaban menos de esconderse. Podías dar dos pasos que en cuanto te dieses la vuelta para ver si te seguían estaban devorándose el uno al otro como dos lobos hambrientos, daban un poco de asquito.
Una de las veces que solté uno de mis “Que asco”, Irene contestó:
-       Eso es porque no has probado el sexo cariño. Louis, haber si te pones las pilas.
Los dos enrojecimos al instante y los demás empezaron a reírse Mery, Nicki y Dani incluidas.
-       Vosotras no se dé que os reis, que yo sepa no sois ningunas expertas. – contesté de mala gana.
-       Pero no somos vírgenes  – dijo Daniela.
-       Habla por ti – dijo Nicki también roja como un tomate.
-       ¿Eres virgen? – preguntó Mery sorprendida.
-       Si, ¿tú no? – preguntó la rubia.
Mery también enrojeció y Harry soltó una carcajada contenida por la reacción de su novia.
-       Nicki, ¿no te han dicho nunca que lo mejor de las peleas son las reconciliaciones? – contestó Zayn muerto de la risa.
-       ¿Podemos cambiar de tema? Estamos comiendo – dije cortándoles el royo. Me sentía incomoda hablando del tema.
-       Pobre Louis – dijo Harry dándole una palmadita en la espalda – te has enamorado de una monja.
-       ¡Styles! – grité cabreada – como vuelvas a llamarme monja te corto los rizos.
-       ¡Nooooooo! ¡Los rizos no!
Volvíamos a estar mejor que nunca y se notaba en  el aire. Todos estábamos felices y contentos y por fin volvíamos a ser una gran familia.
Esa tarde estábamos todas en casa preparándonos para el cumple de Liam. Habíamos pensado hacerlo un poco diferente esta vez, y disfrazarnos en vez de ir con vestidos de fiesta.
Nadie le había dicho a nadie de que se iba a disfrazar y así la cosa tenía más gracia, y solo habíamos  puesto una regla, no valía comprar los disfraces, había que hacerlos con ropa normal y mucha imaginación. La casa ahora mismo era un desastre, María sacaba ropa de los armarios como una posesa sin saber que ponerse. Daniela gritaba buscando el maquillaje que yo le había escondido, Irene estaba dormida y Nicki creo que estaba en la ducha.
Yo por mi parte me había duchado hace un rato, y estaba encerrada en mi habitación en ropa interior y con el pelo recogido con una toalla.
Estaba sentada en la cama rodeada de hilos y telas terminando de coser mi vestido mientras escuchaba música. Se me había ocurrido vestirme de Alicia en el país de las maravillas y con una camisa azul muy fea que encontré en mi maleta, supongo que sería de mi abuela o algo así y con un poco de tela azul me había hecho un vestido. Me había arreglado un delantal viejo que tenían Louis y Harry en casa, haciéndomelo un poco más femenino para que se adaptase a mi figura. Le había cogido a Dani unas medias estrambóticas y me había puesto unas de mis botas favoritas con un lazo de Mery en la cabeza, y había quedado un disfraz original.
Estaba dándole las últimas puntadas al cuello del delantal cuando llamaron a la puerta.
-       Pasa. – apareció una cabecita rubia por la puerta - ¿Que pasa Nicki?
-       Patri, ¿Puedo hablar contigo?, tengo un problema. – dijo sonrojada.
-       Claro – retiré un poco los hilos para que se sentase conmigo en la cama – ven, ¿Que te pasa?
-       Bueno es que haber, no sé si sabes que el día de tu cumple, cuando te marchaste Liam, Tammy, Kyle y yo nos fuimos de fiesta.
-       Sí, me lo han contado, que Liam le rompió la nariz a Kyle.
-       Si bueno, eso no fue lo único que paso.
-       Cuéntame.
-       Pues haber, digamos que esa noche Liam bebió un poco más de la cuenta, estaba bien, pero ya sabes que el alcohol te hace hablar más de la cuenta.
-       Si, ¿Y que?
-       Pues que esa noche yo también bebí pero iba mucho más coherente. Me puse celosa de Tammy y se lo eché en cara a Liam.
-       Y se mosqueó.
-       No exactamente.
-       ¿Entonces?
-       Me dijo que estaba enamorado de mí, no de ella.
-       ¡Que bien! – dije alegrándome por ella.
-       No, de que bien nada.
-       ¿Por?
-       Porque no se acuerda absolutamente de nada de aquella noche.
-       Joder que putada.
-       Pues sí, un poquito. El caso es que a mi Liam me gusta mucho y eso y no sé como hacerle ver que me importa. Quería sorprenderle hoy pero no se me ha ocurrido nada que le vaya a sorprender, además no me veo bien en nada.
-       No seas tonta, si eres perfecta.
-       No sé yo.
-       No te preocupes que vamos a hacer que a ese chico se le caiga la baba cuando te vea.
***
-       Pues creo que ya estás – dije una hora más tarde - ¿Que te parece?
-       Guau, ¿Esa soy yo?
-       Yo creo que sí.
-       Muchas gracias Patri.
-       De nada hombre, lo que no se es como no nos lo has dicho antes.
-       Lo que no se yo es como hemos hecho esto – se señaló a sí misma – en una hora.
-       Cariño, estando en una casa con cuatro chicas mas, ropa no te va a faltar – dije riéndome.
-       Por cierto, eres toda una manitas. ¡Me encanta el corsé!
-       Solo es un corsé negro y un poco de papel adhesivo amarillo. No me entretengas que tengo que terminar mi vestido que a este paso siempre soy la última.
-       Te debo una – dijo saliendo por la puerta.
-       Estas niñas me van a matar – suspiré aguantando una carcajada.
Recogí un poco el desorden que habíamos montado entre Nicki y yo y me puse a terminar de coser y a vestirme, iba a ser una noche interesante.
***
Habíamos quedado en el bloque de apartamentos de Liam, Niall y Zayn y, a pesar de las muchas insistencias de los chicos, habíamos decidido que no viniesen a buscarnos. Queríamos reírnos un rato cogiendo el metro de Londres cuatro españolas y una inglesita de Manchester vestidas del calibre que íbamos.
Daba risa solo vernos tal y como íbamos. Mery iba de caperucita roja y le faltaban algunos metros de falda, a Harry se le iba a caer la baba solo con verla. Nicki iba perfecta con el disfraz de Batwoman, iba encantada. Daniela iba de soldado con una pistola de airsoft y balas de mentira, tan macarra como siempre. Ella no había dicho nada, ni lo admitiría nunca pero se le notaba que estaba coladita hasta los huesos por cierto moreno que pensaba poner firme con ese fusil.
 Yo había terminado de coserme el vestido a tiempo y la verdad es que iba muy mona. Irene bueno… Irene era un caso aparte. No se sabía exactamente de qué iba pero se excusaba diciendo que tenía poca imaginación para esas cosas.
Salimos de casa entre risas y empezamos a caminar por la calle ante la atenta mirada de los londinenses que se sorprendían a vernos con esas pintas.
Nos subimos al ajetreado metro de Londres y empezaron las risas. La gente de nuestra edad salía de casa a esas horas para irse de fiesta por lo que no encontramos con varios adolescentes de nuestra edad en el metro. Unos se reían y otros, chicos la mayoría nos piropeaban, porque por qué no decirlo, íbamos bastante cortas y estábamos bastante buenas.
Hicimos un trasbordo y al siguiente tren al que subimos estaba bastante cargado de gente, ya que iba al centro de Londres. Nos quedamos de pie y sentíamos a la gente muy pegada a nosotros. De repente me tocaron el culo.
-       Como me vuelvas a tocar el culo te tiro al suelo de la hostia que te doy subnormal – dije dándome la vuelta.
-        Yo también me alegro de verte cariño.
*NARRA LOUIS*
Sabíamos que las chicas se habían empeñado en ir en metro así que decidimos cogerlo nosotros también. Íbamos con unas pintas como para morirse. Harry iba disfrazado de canguro y yo me había puesto una camisa abrochada hasta el último botón con una pajarita negra bajo una camiseta de Superman. Me había puesto mis gafas de leer (esas que rara vez me ponía) y me había peinado con la raya al medio. Parecía idiota pero se supone que iba disfrazado de Clark Kent.
Al cambiar de tren empezamos a escuchar muchas risas femeninas y mucho escándalo. Nos acercamos a la parte de adelante del vagón con dificultad por que había mucha gente y descubrimos un grupito de 5 chicas disfrazadas igual que nosotros riéndose y gritando como unas locas. No podían ser otras que nuestras chicas. Nos acercamos a comprobarlo y efectivamente, allí estaban ellas cada una en un vestido diferente disfrazadas.
Ellas no nos habían visto así que decidimos acercarnos a darlas un susto. Reconocí a Patri enseguida. Iba con un vestido azul unas medias de rayitas y unas botas altas de tacón. Se había dejado el pelo suelto y llevaba un lazo negro en la cabeza. Iba guapísima

Me acerqué hasta ella y me puse justo detrás. Iba a agarrarla de la cintura pero me empujaron y mi mano acabó en su culo. Ella empezó a gritar como una loca y yo no pude reprimir una sonrisita.
-       Como me vuelvas a tocar el culo te tiro al suelo de la hostia que te doy subnormal – dijo dándose la vuelta sin saber que era yo.
-       Yo también me alegro de verte cariño – le contesté con una sonrisita traviesa sobre mis labios.
-       Louis – dijo con los ojos muy abiertos.
-       Patri – dije sin aguantar la risa – Parece que has visto un fantasma – pasé una mano por delante de sus ojos.
-       ¿De que se supone que vas disfrazado? – preguntó Daniela.
-       De Clark Kent – contesté – ¿Piensas darme un beso?
Me besó sonriendo, después enganchó el cuello de mi camisa y acercó su boca a mi oído para susurrar.
-       Tomlinson, como vuelvas a tocarme el culo, te corto las manos.
*NARRA HARRY*
Mientras Louis se colocaba detrás de Patri, me acerqué a María. Las cosas estaban mejor que nunca y yo lo agradecía en el alma.
-       Vas muy guapa Caperucita. – dije besándole el cuello desde atrás.
-       Tendrías que haberte vestido de lobo en vez de canguro. – dijo juguetona sin darse la vuelta.
-        Ganas no me faltan de comerte enterita – continué besándole el cuello y dejándonos llevar por la pasión me pasé de beso.
-       ¡Styles! – gritó de repente riendo - ¡Me has hecho un chupetón!
-       Parece ser que si – dije divertido.
-       Tu, ríete, que cuando vea a mi hermano es lo primero que le enseño.
-       Para cuando veas a tu hermano habrá desaparecido – dije despreocupado.
-       ¿Desde cuándo los chupetones duran 10 minutos?
-       ¿Como? – pregunte nervioso.
-       Ay ricitos, nunca cambiarás – dijo Louis dando una palmada en mi hombro.
-       Adri va a la fiesta – dijo Dani.
-       ¡No me jodas! – mi cara perdió todo su color.
-       Styles, la has liado pero bien – dijo mi novia muerta de la risa.
***
En cuanto llegamos al edificio yo estaba rojo de la rabia y Mery roja de la risa. Se había pasado  todo el resto del viaje burlándose de mí. Aún así hice un último intento por salvar mi culo.
-       No se lo digas, no quiero tener una muerte prematura, soy muy joven y tu hermano me da miedo. – la cogí por la cintura.
-       Eso te pasa por exceso de pasión.
-       Venga…
-       Suplícame un poquito. – dijo coqueta.
-       No te voy a suplicar nada.
-       Acabas de perder tu última oportunidad. – dijo subiendo las escaleras al piso de Liam.
Iba mal si quería ganarme la bendición de Adri. Solo me quedaba el consuelo de que fuese igual de liberal que yo (aunque dudo mucho que lo fuese tratándose de su hermana pequeña), me quedaba el consuelo, de que esta vez sí intentaba pegarme, podría defenderme, levaba los guantes de boxeo puestos. 
*NARRA NICKI*
Subimos a la azotea donde se supone que nos estaban esperando los demás. Por el camino las piernas me temblaban como un flan, y realmente no sabía por qué.
Aparentemente era simplemente una quedada entre un grupo de amigos para celebrar el cumpleaños de uno de ellos pero si te parabas a pensar que para mí era una quedada entre amigos para celebrar el cumpleaños del chico del que estaba enamorada pero tenía que callármelo por timidez, las cosas cambiaban un poco.
Me quedé atrás antes de salir a la azotea, parándome frente a una puerta de metal, la única barrera que me separaba del terror que suponía se iba a convertir aquella fiesta. Puse una mano en mi pecho para intentar calmar mi corazón para intentar calmarlo pero no lo conseguía, y estaba empezando a agobiarme.
Empecé a respirar más fuerte y Patri lo notó.
-       Chicos, id pasando vosotros que tengo que hablar con Nicki sobre una cosa importante.
-       ¿No nos podemos quedar? – dijo el rulos.
-       No seas cotilla Styles – dijo Mery llevándoselo de allí.
-       No tardes – dijo Louis antes de depositar un dulce beso sobre los labios de Patri.
Cuando se separaron a Patri, se le instaló una sonrisa en la cara.
-       Se os ve genial – dije sonriendo. Todos habían cruzado la puerta y nosotras nos habíamos sentado en las escaleras.
-       Le quiero mucho.
-       Te tengo envidia – dije.
-       No tienes por qué.
-       Si, si tengo por qué. Eres preciosa, tienes un novio impresionante, que te quiere como tú le quieres a él, estás súper segura de ti misma y no le tienes miedo a nada, me gustaría ser como tú.
-       Nicki – levantó mi mirada para que dejase de mirarme los pies y la mirase a los ojos – Eres perfecta. Tienes un pelo precioso y unos ojazos que ya me gustaría a mí. Eres una chica sincera, simpática, guapa, divertida, cariñosa, talentosa y contigo el mito de que las rubias son tontas se rompe. – consiguió sacarme una medio sonrisa pero mi mirada volvió a mis pies – Tiene un defecto, eres tímida ¿Y que más da? Eso se soluciona, además todos tenemos defectos.
-       Si pero me da miedo que mis defectos me alejen de Liam.
-       ¿Eso es lo que te preocupa? ¡Vaya estupidez! Nicki, a Liam le tienes tonto perdido, le gustan tus defectos, no tienes que cambiar nada para gustarle porque le gustas tal y como eres ¿es que no lo ves? Tus defectos pueden ser tus mejores virtudes.
-       ¿A que te refieres?
-       Tu timidez, te hace parecer una niña súper dulce, pero cuando te sueltas eres como un león, peleando por lo que te importa.  Sobre lo de que no eres una persona segura de ti misma, ¿has probado alguna vez a hacer algo sin importarte lo que pudiese pasar?
-       No – contesté sincera.
-       Pues hazlo. Pisa fuerte y di aquí estoy yo, que si te caes alguien estará para sujetarte, y si no, estará para recogerte. No le puedes tener miedo a la vida porque si no te la vas a perder, y te vas a perder muchas cosas.
No sabía que decir.
-       Me voy para que lo pienses sola. Si en cinco minutos no has entrado diré que te has ido a casa porque te encontrabas mal, pero si entras, quiero que entres muy segura de ti misma, con ganas de decir aquí estoy yo, con ganas de divertirte, y con ganas de hacerle ver a Liam de que estás echa.
Después de eso abrió la puerta de metal y la cruzó dirigiéndose a la fiesta y dejándome sola con mis pensamientos.

Tras 3 minutos decidí que la vida estaba para vivirla y punto. Así que respiré hondo y con toda la seguridad que conseguí reunir abrí la puerta y salí a la azotea.
-------------------------------------------------------------------------------------
Bueno bueno bueno al final e conseguido escaparme y subir otro capitulo. Este capítulo es especial porque quiero haceros publi de la página web de mi tía. Ahora le ha dado por hacer bisuteria y la verdad es que se la da de perlas. Tiene cosas para mas mayores pero tiene otras en fosforito y con infinitos muy Directioners, Os dejo la dirección para que os paseis que se que le va a hacer ilusión.
Mas cositas, sigo pidiendo que me hagais shipeos aquellas que no los habeis hecho, QUIERO VUESTRA OPINIÓN. Y quería mandarle desde este capi un besazo enorme a mi Campy que me va a meter en una de sus novelas. Cmpy te dedico el cap.
A partir de ahora le voy a dedicar el capítulo a la chica que ponga el comentario mas original. Iros preparando que llegan sorpresas, no solo en la novela. Y hasta aquí puedo escribir.
Un besazo
KISSES

lunes, 4 de noviembre de 2013

Capítulo 21

Te amo.
*NARRA MERY*
La bronca que me esperaba cuando volví a despertar me hizo querer volver a dormirme. No era por parte de Harry, que no se había alejado de mi ni dos milímetros, si no de mi hermana y de los médicos.
El desmayo había sido por haberme levantado tan deprisa y haberme quitado los cables de golpe, pues aunque no me había dado cuenta, había empezado a sangrar por el brazo y había perdido tanta sangre que habían tenido que hacerme una transfusión inmediata.
No habían querido decirme quien de los presentes me había donado su sangre pero no me había hecho mucha falta sus explicaciones ya que había pillado a Harry con un algodoncito atado a la parte superior del codo. A ese chico le debía prácticamente mi vida.
Después de hablar, llorar, reír y pedirnos perdón mutuamente, las cosas habían vuelto a ser como eran. Estaba claro que ninguno de los dos podía vivir sin el otro y dado que no teníamos razones para hacerlo, habíamos vuelto.
Los chicos me llamaron preocupados pues Harry les había contado lo que había pasado, y que habíamos hecho las paces. Les prometí volver pero también necesitaba un tiempo para mí misma, tiempo que no importaba compartir con Harry.
Los médicos me dieron el alta dos días más tarde asegurándome que no tendría ningún problema más si volvía a comer como de costumbre. Harry, que no se separaba de mí ni para ir al baño se encargaba de seguir eso a rajatabla cosa que me agobiaba un poco pero que a la vez me encantaba.
El martes por la mañana salí del hospital de la mano de mi guapo ingles y empezamos a dar una vuelta por Villaviciosa, mi pueblo.
Inconscientemente mis pasos me llevaron a uno de los lugares a los que más les dolía ir, pero a los que ya era hora de hacer una visita.
-       ¿Que hacemos aquí? – dijo mi chico en la puerta del cementerio.
-       Venimos a visitar a mi madre.
La voz se me quebró al pronunciar esa frase, pero Harry apretó mi mano, dándome fuerzas, y yo comencé a caminar por los pasillos de tumbas que llevaban hasta el sepulcro de mama.
Cuando estuvimos delante, cambié las flores por unas que compré en la entrada, y me senté sobre el frio mármol, como una niña pequeña que se sienta en el regazo de su madre para contarle una travesura o un secreto. Harry permaneció en un segundo plano pues entendió que ese momento era de mi madre y mío

-       Hola mama – dije con la voz quebrada. – Siento no haberte venido a visitar pero es que duele mucho. Te echo de menos, y ahora te necesito más que nunca. Nos hemos mudado porque no podíamos seguir aquí. Papa sigue con Vanessa y no la aguantamos, sabemos que el tampoco la quiere como te quiso a ti, pero no quiere quedarse solo. En parte le entendemos pero no a Vanessa, ella intenta sustituirte y no se da cuenta de que no lo va a conseguir nunca. Cuando Adri volvió de Alaska nos mudamos a Londres, y, bueno, hemos empezado allí otra vida.
Hemos conocido a más gente y creo que desde que pasó lo tuyo han sido los únicos capaces de hacerme sonreír. Sé que te hubiese encantado conocerlos, pero están en Londres. Mama también quiero presentarte a Harry. Él es el chico que ha robado mi corazón. Aún me acuerdo cuando lo pasé tan mal por lo de Diego y me dijiste que sabías que no era el chico correcto. Me dijiste que el chico correcto es aquel que te hace llorar pero que compensa todas y cada una de esas lagrimas.
Me lo hace pasar mal, pero ningún amor es perfecto y también, es el que más me hace sonreír. No hace mucho que estamos juntos y no hace mucho que le conozco, pero la vida está para vivirla y eso es lo que estoy haciendo. Es verdad que me lo ha hecho pasar un poco mal pero, siento esas mariposillas que tú me decías cuando le miro a los ojos – me di la vuelta y le miré – creo que este chico es especial.
¿Sabes? Hoy es uno de esos días en los que más te echo de menos. Hecho de menos sentarme contigo en el salón, tapadas con mantas y que me acariciases el pelo mientras me consolabas o me dabas consejos, cuando me protegías…
La voz se me apagó por culpa de las lágrimas y no pude seguir. Harry se acercó a mí, y me abrazó por la espalda.
-       Hola Ana – empezó a hablar – Soy Harry. Solo quería decirte cosas que probablemente tú ya sabes. Tienes una hija estupenda de la que seguro estás muy orgullosa. Es guapa lista y lo tiene todo, incluso mi corazón.  Supongo que como madre de cualquier adolescente ahora estés preocupada pero te prometo que voy a cuidar de ella por los dos, por ti y por mí.  También quería darte las gracias por traer al mundo a María, porque ella ilumina mi mundo, y me hace ser quien yo quiero ser. Ella me convierte en mejor persona y moriría por ella. Te prometo no dejarla sola nunca.
Me di la vuelta y besé cortamente sus labios agradeciéndole sus palabras y me volví a dirigir a aquel trozo de piedra frío bajo el que estaba enterrada mi madre.
-       Mamá, de verdad siento venir tan pocas veces a verte pero entiende lo duro que se hace esto para mí. Que no venga no significa que te haya olvidado, pues todas las noches, miro al cielo y mirando a la estrella que mas brilla te sonrío, sigo pensando que eres la estrella más bonita de todo el cielo.
Después deje mis lágrimas caer silenciosamente, sin pararme a retenerlas. Me agaché y presioné los labios contra el mármol como si depositase un suave beso en la frente de mi madre, para después coger la mano de Harry e irnos de la mano y en silencio hacia mi casa.
***
-       ­ ¿No vas a preguntarme nada? – dije una vez que estábamos los dos sentados en el sofá de mi casa.
-       No voy a pedirte explicaciones si es a lo que te refieres, no me hacen falta, todos guardamos algún secreto. – dejo acariciándome el pelo.
-       Eso no es un secreto muy normal que digamos.
-       Supongo que me lo contarás cuando estés preparada, tiene que ser muy duro.
-       Lo es, pero es justo que lo sepas.
-       Como quieras, pero no tienes que hacerlo si no quieres.
-       Si que quiero. – miré sus ojos – Mi madre murió hace dos años. Tuvo un accidente con el coche y la ingresaron en el hospital. Al parecer el accidente no había sido gran cosa pero le querían hacer unas pruebas para comprobar que todo estaba bien, pero eso no era verdad. Le encontraron un coagulo de sangre en la cabeza, y si no se lo extirpaban podía morir. Decidió operarse aun sabiendo que era una operación muy complicada. Se despidió de mi hermano y de mi padre y cuando se despidió de mi me regalo su pulsera favorita y me dijo que sabía que no iba a salir viva de aquella operación y me pidió que cuidase de mi hermano. Le dije que todo iba a salir bien, pero la operación se complicó y murió en la mesa de operaciones.
-       Lo siento mucho – Harry limpió las silenciosas lágrimas que corrían por mi rostro con sus pulgares.
-       Fueron unos meses horribles, el mundo se me venía encima y no podía con mi vida. Ahí empezaron los cortes. Unos meses más tarde mi padre conoció a Vanessa y eso no hizo otra cosa que empeorarlo todo. Estoy segura de que no siente nada por ella, solo no quiere quedarse solo, pero en ese momento no lo entendía y se lo eché en cara. Mi padre empezó a viajar más y cada vez nos veíamos menos. Cuando mi madre murió Adri estaba en Alaska, solo vino para poder despedirse y se marchó cuando nos anunciaron que había muerto, así que me quedé completamente sola. Lo pasé fatal, y mi único apoyo fue Alejandra. Ella fue quien me convenció de que dejase los cortes, me decía que a mi madre no le hubiese gustado verme así, pero aún así seguía echa una mierda.
Fue un momento muy duro para mi supongo. Cuando a mi hermano se le terminó la beca volvió aquí y me encontró fatal. La pena me había consumido y me estaba ahogando muy lentamente en mis lágrimas, así que nos fuimos a Londres. Cambié de vida, y volví a sonreír gracias a vosotros, volví a ser la Mery que mi madre adoraba, la  niña alegre.
Cuando paso lo de Claire, me culpé por ello. Pensé que yo era la que alejaba a la gente de mi lado. Tenía muchísimo miedo a volver a quedarme sola Harry…
-       Tranquila – susurró en mi oido.
Me tragué mis lágrimas y seguí hablando.
-       Te has convertido en una persona muy importante para mi, una persona por la que cometería cualquier locura y me da mucho miedo perderte…
-       No vas a perderme ¿Me oyes? – asentí – no vuelvas a irte nunca por favor, no podría soportarlo.
-       Te lo prometo, siempre que me prometas quedarte a mi lado.
-       Te lo prometo.
***
Harry se marchó unas horas más tarde al hotel, alegando que necesitaba descansar y que mañana a primera hora venía a verme.
Me tumbé en la cama mirando al techo y me quedé dormida sobre las 8 de la tarde. A las 12 de la noche, el sonido de una guitarra me despertó. Venía de la calle y me asomé a ver que pasaba.
Cuando saqué la cabeza por la ventana no podía creérmelo.  Había muchas velas colgadas de los arboles del jardín y Harry, con una guitarra colgada del cuello sonreía bajo mi ventana.
-       ¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu
Nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré yo de ser una Capuleto. – grité desde mi ventana.
Le vi sonreír en la oscuridad de la noche y continué.
-       ¡Romeo, rechaza tu nombre; y a cambio de ese nombre, que no forma parte de ti, tómame a mí toda entera!
-       Te tomo la palabra. Llámame sólo "amor mío" y seré nuevamente bautizado. ¡Desde ahora mismo dejaré de ser Romeo! – siguió el recitando los versos de esa preciosa obra de Shakespeare.
-       ¿Te la sabes? – pregunté sorprendida.
-       Enterita preciosa, soy todo un romántico. – dijo divertido.
-       Continuemos pues bello Romeo.
-       Adelante preciosa Julieta.
-       ¿Quién eres tú, que así, envuelto en la noche, sorprendes de tal modo mis secretos?
-       ¡No sé cómo expresarte con un nombre quien soy! Mi nombre, santa adorada, me es odioso, por ser para ti un enemigo. De tenerla escrita, rasgaría esa palabra.
-       Todavía no he escuchado cien palabras de esa lengua, y conozco ya el acento. ¿No eres tú Romeo y Montesco?
-       Ni uno ni otro, hermosa doncella, si los dos te desagradan.
-       Creo que ahora es cuando trepas por el balcón.
-       ¿Quieres que llegue vivo a Londres? – asentí – Pues entonces baja y déjate de tanta película anda.
Cerré la ventana y cogí unas mantas porque suponía que nos quedaríamos en el jardín un rato.
Cuando salí al jardín le vi en la parte más alejada de la casa, rodeado por velas y sentado sobre el césped con la guitarra en las manos. Me acerqué y me senté a su lado al mismo momento que el empezaba a rasgar las cuerdas de la guitarra.

En cuanto terminó de cantar me lancé a sus labios para devorarlos, consiguiendo tumbarle sobre la hierba.
Llevábamos mucho tiempo separados y teníamos que recuperar todo el tiempo, juntos. Tanto tiempo sin tocarnos, sin sentirnos cerca, sin besarnos, hizo que desatásemos los dos toda nuestra pasión dejándonos llevar al máximo.
No me importaba, porque estaba segura de lo que estaba haciendo. Le quería, me quería y lo demás me importaba todo una mierda, solo sabía que estaba segura de aquello, quería que el fuese el primero.
Yo estaba tumbada sobre él así que el tiempo que nos separamos para coger aire, lo aproveché para sacarle la camiseta.
-       ¿Estás segura de esto? - me preguntó con la respiración entrecortada clavando las dos esmeraldas que tenía por ojos en los míos.
-       Segurísima.
Volví a besarle, y en cuestión de segundos los dos nos encontrábamos en ropa interior. Esta vez era yo quien estaba debajo así que se separo de mis labios y empezó a dejar un reguero de besos desde mi clavícula hasta mi cintura para después mirar las cicatrices de mis piernas y besarlas con cuidado y con mimo.
-       Vamos a superar esto juntos ¿vale? – dijo volviendo a mi boca.
-       Siempre.
Toda nuestra ropa había desaparecido, quedando expuestos el uno al otro completamente, quedando expuestos nuestros defectos y nuestras virtudes.
-       Te amo – dijo antes de hacerme suya por primera vez.

-       Te amo – repetí antes de entregarme completamente al chico con el que quería pasar el resto de mi existencia.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Y aquí esta la tan esperada reconciliación entre Harry y Mery. No se a vosotras pero a mi se me han saltado un par de lágrimas escribiendola. Deciros que he subido tan pronto porque a parte de ser un capítulo corto, la semana que viene probablemnte no pueda subir y las siguientes lo veo dificil, empiezan los exámenes finales.
Creo que no voy a poneros mas retos de momento porque pasais de ellos asi que...
Tambien e subido para celebrar que hemos batido el recod de visitas en Youtube, el video es un puñetera pasada. Os lo dejo para las que no lo hayais visto.
KISSES