miércoles, 15 de enero de 2014

Capítulo 25

Solo amor.

*NARRA NICKI*

Creo que fue uno de esos momentos en los que tu cerebro realmente no piensa en lo que está haciendo. Solo me acuerdo que en la caída pensé que todo me daba igual, el me había prometido que no iba a pasarme nada, y confiaba en el, además me quedaba el consuelo de que si nos pasaba algo seguiríamos juntos.

Pero contra todo pronóstico no nos pasó nada. Es más la caída no duró más de un segundo. Por supuesto no habíamos saltado del tejado hacia la calle como en un principio creía, sino al tejado de abajo que se encontraba tan solo a unos metros. Aún así caí en blando. Lo que Liam había tirado al vacio antes no era otra cosa que unas toallas mullidas sobre las que cayó el. Yo aterricé en su pecho.

Recuerdo la conexión de nuestros ojos cuando me incorporé. Sentía su aliento en mi cara y tenía unas ganas irrefrenables de besarlo, y lo hubiese hecho si no se hubiese encendido una luz.

Miré a mí alrededor. No encontrábamos en el tejado del edificio contiguo. Estábamos como intrusos en una propiedad privada.
A mi alrededor había césped, y el recinto de una piscina. Todo era precioso.

- ¿Que hacemos aquí? – pregunté una vez que nos separamos, muy a mi pesar.
- Quería enseñarte mi pequeño rincón, nadie más lo conoce.
- ¿Sabes que esto es ilegal? – dije. La Nicki responsable había vuelto.
- Sí, pero somos jóvenes y mientras podamos hay que hacer locuras.

Pensé en lo que había dicho Patri. Tenía que soltarme, precipitarme, arriesgarme… y si las cosas salían mal levantar la cabeza y tirar para adelante.
Giré la cabeza y me clavé en los ojos y la sonrisa de Liam.  A la mierda todo, tenía muy claro que por él cometería 1 y 1000 locuras.

- También tienes razón.

Tras pronunciar aquella frase  me quité su sudadera y los pantalones cortos ante su estupefacta mirada,
quedándome tan solo en ropa interior. Después salí corriendo y me tiré a la piscina.

- ¿Que haces? – preguntó medio riendo, mientras se quedaba en cuclillas en el borde, cuando emergí.
- Locuras – le agarré de la sudadera y le atraje hasta mí tirándole al agua.

Salió tosiendo por el agua tragada y con todo el pelo pegado a la cara. Se acercó hasta mí y me hizo una aguadilla.

- ¡Oye! – protesté.
- Me has tirado con ropa al agua, no te quejes. Tú no sabes lo que pesa un pantalón de algodón mojado.
- Pues quítatelo – mi cerebro se había desactivado y mi parte coherente se había ido de vacaciones, dije lo primero que se me vino a la cabeza.
- Si querías verme con menos ropa y mojadito, solo habérmelo dicho, no hacía falta que armases todo este numerito. – dijo quitándose la ropa y tirándola al borde, quedándose en ropa interior como había hecho yo.
Idiota – me sonrojé.
- Que no boba que es broma – vino y me agarró por la espalda – me encanta cuando te pones colorada – dijo en mi oído.

Me di la vuelta y le ahogué allí empezó una guerra de agua entre los dos. Cada uno intentaba ahogar más veces al otro, acabé ganándole yo.

- ¿Se puede saber de dónde sacas tanta fuerza y tanta maña para hacer aguadillas?
- Liam, cariño vivía con tres chicos a parte de mis padres, ¿que querías?
- Nunca me has hablado de tu familia.
- Supongo que porque acordarme de ellos me hace extrañarlos.
- Pero no es justo tu sabes de mi, pero para mí en muchas cosas tú sigues siendo un misterio.
- ¿Que quieres saber? – dije sentándome en el bordillo.
- Háblame de tu familia – me pidió.
- Bueno pues, tengo tres hermanos y una hermana. Alan es el mayor, tiene 19 años. Jòe (pronunciado Yóe) tiene como yo 17, es mi mellizo y Remi que tiene 8 añitos.
- ¿Y la chica?
- Gaëlle (pronunciado Gael) tiene 15 años. Ahora si eres un poco inteligente te darás cuenta que Alan, Jòe, Veronique, Remi y Gaëlle son nombres franceses.
- Ya me había dado cuenta.
- Mi abuela por parte de madre es francesa. Pero la familia de mi padre es de Manchester.
- ¿Y tus padres?
- Mi madre se llama Roxanne y mi padre se llama Jason.
- ¿Como te apellidas?
- Willson. Nicki Willson.
- Tengo más preguntas- dijo sonriendo mientras apoyaba los brazos en el bordillo y seguía con el cuerpo sumergido.
- Yo tengo toda la noche para contestarlas.
- ¿Que haces en Londres?
- ¿Ahora mismo? Estoy aquí contigo.
- No tonta, ¿por que te mudaste desde Manchester? – mordí mi labio inferior - ¿Que pasa?
- Una vez me prometí a mi misma dos cosas. La primera la rompí hace tiempo, y la segunda va por el mismo camino.
- No te sigo.
- Me marché de Manchester por un chico. Me prometí que no me iba a volver a enamorar y rompí la promesa, y prometí que no volverían a hacerme daño y también la he roto.
- No te entiendo.
- No necesito que me entiendas
- ¿Y que necesitas? – preguntó.
- ¿Ahora? Que me abraces. – respondí.

Me dejé caer a la piscina otra vez y me acurruqué entre sus brazos extendidos. Volví a sentir su calor, y sonreí en su hombro mientras sus manos rodeaban mi cintura.
Me separé e hice intención de besar su mejilla, pero él se movió con la misma intención, provocando un suave roce de labios.

- Lo… lo siento… - se disculpó rápidamente.
- Yo no – dije más segura que nunca.

Tiré de su cuerpo hasta que conseguí hundirle y una vez que estábamos los dos bajo el agua, me volví a acercar para terminar aquel beso mal dado de la superficie.

Unos segundos más tarde, subimos, pues los dos necesitábamos aire.

- ¿Que ha sido eso? – preguntó él, sorprendido.
- Mi otro regalo de cumpleaños. Los 18 solo se cumplen una vez.
- Tú eres mi mejor regalo.

Volvió a juntarme a su cuerpo y nos besamos. Le sentía cálido junto a mi cuerpo. Suave, dulce y perfecto. Era delicado pero a la vez tentador y aún no podía creerme que me encontrase entre sus labios.

***

Unas horas más tarde, me despertaba sobresaltada entre las sábanas de la cama. Me asusté al pensar que todo hubiese sido un sueño, mas, todos mis miedos se disiparon en cuanto abrí los ojos.

Allí, dormido con algún mechón de pelo rebelde, cayéndole sobre los ojos, se encontraba el chico que había roto mis esquemas de repente, que me había cambiado para bien y del que estaba loca y completamente enamorada.

Sonreí tras volver a acurrucarme entre sus brazos, pues por una vez en mi vida, sentía que era feliz de verdad. Estaba enamorada, amaba a Liam, y lo mejor, es que él sentía lo mismo. Sin juegos, sin mentiras, sin estupideces, solo amor.

*NARRA IRENE*

Me desperté bien entrada la tarde. No había comido y estaba que me moría, pero lo primero que había necesitado la noche anterior era dormir.
Me encontraba sola entre las sábanas, pero al girarme y apoyar la cabeza sobre la almohada, comprobé que no había sido un sueño, y que él había estado conmigo toda la noche, pues la almohada olía a él.

Al bajar las escaleras olí a comida y me dirigí directamente a la cocina, sin fijarme en nada más. Allí de espaldas a mí, se encontraba un chico rubio, alto y con un culo precioso. Daba la casualidad que ese chico era mi novio. Cada día le agradecía al cielo haberlo puesto en  mi camino.
Estaba solo vestido con unos calzoncillos mientras que yo me encontraba en ropa interior y con su camiseta puesta.

Niall estaba cocinando algo que olía de maravilla. Por el olor descifré que era algo dulce y con chocolate. Me acerqué por la espalda y lo abracé poniéndome de puntillas para apoyar mi cabeza en su hombro.

- Buenos días – dije sobre su hombro.
- Son las 4 de la tarde – dejó escapar una carcajada. – ¿Buenos días?
- Se giró y me besó. Cada vez me volvía más adicta a sus besos.
- Estamos completamente solitos – dijo en mis labios.
- ¿Y eso? – pregunté.
- Patri, Louis, Harry y Mery se han ido a la bolera, Zayn se ha ido por ahí con su hermana, de Liam y Nicki no se sabe nada desde ayer y Dani esté encerrada en su habitación.
- ¿Zayn y su hermana? – pregunté.
- Si. Están muy unidos y se ven muy poco porque los padres de Zayn viven en Bradford. Su hermana vino ayer a Londres para darle una sorpresa a Zayn.
- Que guay. – dije abrazándole y metiendo la nariz en el hueco que se formaba entre su clavícula y su cuello.
- La verdad es que es una chica muy maja. Se llama Waliyha. – empecé a besar su cuello – No hagas eso.
- ¿Por qué? – pregunté.
- Porque me haces cosquillas.
- Bueno, y ya que estamos solitos ¿que quieres hacer?
- ¿Peli y chocolate? – preguntó.
- Me gusta la idea.
- Yo elijo la peli.

De repente salió corriendo hacia el salón. Reí y miré hacia la encimera de la cocina. En ella había dos tabletas de chocolate hechas cachitos metidas en un cazo.

Encendí la cocina y comencé a calentar el chocolate para fundirlo. Saqué una bolsa de nubecitas y unos palos para mojar las nubes en el chocolate.
Puse las nubes en la bandeja y los palitos a su lado, empecé a echar el chocolate fundido en un cuenco. De
repente empecé a escuchar una voz que venía del salón.

“Erase una vez, en un país lejano, un joven príncipe que vivía en un resplandeciente castillo. A pesar de tener todo lo que podía desear, el príncipe era egoísta, déspota, y consentido. Pero, una noche de invierno llegó al castillo una anciana mendiga, y le ofreció una simple rosa a cambio de cobijarse del horrible frío. Repugnado por su desagradable aspecto, el príncipe despreció el regalo y expulsó de allí a la anciana. Pero ella le advirtió que no se dejara engañar las apariencias, porque la belleza se encuentra en el interior. Y cuando volvió a rechazarla, la fealdad de la anciana desapareció, dando paso a una bellísima hechicera. El príncipe trató de disculparse, pero era demasiado tarde, pues ella ya había visto que en su corazón no había amor. Y como castigo, lo transformó en una horrible bestia y lanzó un poderoso hechizo sobre el castillo y sobre todos los que allí vivían. Avergonzado por su aspecto, el monstruo se encerró en el interior de su castillo, con un espejo mágico como única ventana al mundo exterior. La rosa que ella le había ofrecido era en realidad una rosa encantada que seguiría fresca hasta que él cumpliera veintiún años. Si era capaz de aprender a amar a una mujer y ganarse a cambio su amor antes de que cayera el último pétalo, entonces se desharía el hechizo. Si no, permanecería condenado a seguir siendo una bestia para siempre. Al pasar los años, comenzó a impacientarse y perdió toda esperanza. Pues, ¿quién iba a ser capaz de amar a una bestia?”

Niall había elegido una de mis pelis favoritas. Cogí el chocolate y lo llevé al sillón donde me esperaba con unas mantitas. Nos acurrucamos y nos comimos el chocolate mientras veíamos la Bella y la Bestia.
De vez en cuando apartaba la vista de la película solo para asegurarme de que Niall estaba a mi lado aún.

No podía entender que había hecho yo para merecer a un chico como él, pero cada día le estaba más agradecida al mundo por haberle puesto en mi camino.

*NARRA DANI*

No me apetecía absolutamente nada salir de mi habitación. No sabía porque pero estaba completamente deprimida. Realmente si sabía porque era pero me negaba a creerlo.
Estaba tumbada en la cama escuchando música con el reproductor aleatorio del móvil cuando saltó mi canción favorita. Al mismo tiempo, me llegó un Whatsapp, como si se hubiesen puesto deacuerdo.

ZAYN DICE:
¿Estás bien? Te marchaste de repente…

TU DICES:
Estoy bien, simplemente no quería interrumpir.
Además tenía que irme a casa.

ZAYN DICE:
Podía haberte acercado, no me costaba nada.

TU DICES:
No pasa nada, llegué bien.

ZAYN DICE:
¿Estás haciendo algo?

TU DICES:
No…

ZAYN DICE:
¿Te apetece venirte conmigo por ahí? Tengo que presentarte a alguien.

TU DICES:
¿A la chica de ayer?

ZAYN DICE:
Si, se llama Waliyha.
No chica de ayer :P

TU DICES:
Sorry Zayn, pero creo que he pillado un catarro. 
Dale un beso a Waliyha de mi parte, y dile que ya nos veremos.

ZAYN DICE:
Joder
¿Seguro que no puedes venir?

TU DICES:
Lo siento pero me encuentro un poco mal.
Pásatelo tu bien con ella.
Seguro que necesitáis recuperar el tiempo juntos y yo estorbo.

ZAYN DICE:
No estorbas, no seas tonta.

TU DICES:
Enserio Zayn no me encuentro bien. 

ZAYN DICE:
¿Quieres que vaya y te lleve alguna medicina?

TU DICES:
No, tranquilo, pásatelo bien.

ZAYN DICE:
Bueno…vale

TU DICES:
Hablamos 

ZAYN DICE:
Un beso guapa.

TU DICES:
Adiós.

Unos segundos después me llegó otro Whatsapp suyo. Era un mini-video y una frase.


Mejórate.

Al instante me hizo sonreír. Era idiota. Luego me acodé de su novia y reafirmé lo de que era idiota.
No entendía porque cojones no me había dicho que tenía novia. Es verdad que yo nunca se lo había preguntado pero esa es una de esas cosas que se dicen.

Me sentía imbécil y aunque sabía el por qué, una parte de mi no quería creerlo. Patri tenía razón. Me enamoraba de la peor persona posible. ¿Estaba admitiendo con ese pensamiento que estaba enamorada de Zayn?

Si. Lo estaba haciendo. ¿Estaba preparada para admitir que estaba enamorada de un chico que tenía novia?

No, no lo estaba.

Ahora solo había que sacarle de mi cabeza, pero es que es fácil que una persona se te meta en la cabeza, pero es muchísimo más difícil hacer que salga de allí.
Una parte de mi cabeza me exigía que me moviese y saliese de allí, ya que sentada en la cama compadeciéndome de mi misma no iba a conseguir nada. Sin embargo otra parte de mi cabeza me decía que el mundo que es extendía tras mi puerta era una puta mierda, que estaba mucho más segura en la soledad de mi habitación.

En mi cabeza se empezó a librar una batalle entre mi parte guerrera y esa parte asustada que todavía quedaba en mi cuerpo. Si, seguía asustada. No de que pudiese pasarme nada, sino de volver a llorar por las noche, de volver a pasarlo mal por un chico, de volver a sentir que el corazón se me caía y se hacía pedacitos, de volver a sentir el dolor en cada célula de mi cuerpo, de volver a sufrir…

La pequeña batalla la ganó mi parte guerrera que cada vez se hacía más fuerte, pero por ese día iba a quedarme en casa.

La parte asustada se hacía cada vez más pequeña al tener a Ricky lejos, pero podía estallar en cualquier momento y extenderse como el humo que genera una explosión si volvía a verle.

El estallido estaba cerca…
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AMADME!!!! Sé que he tardado muchiiiiiisimo en subir pero es que últimamente veo los comentarios disminuir notoriamente!!! Aún así no podéis quejaros por que he subido un capitulazo, en el OF COURSE Nicki y Liam ya están juntos. AMADME.
Bueno a ver cositas.
1. ZAYN YA TIENE 21 AÑITOS!!!!!!!!!! Como crecen...
2. Vuelven las preguntas y espero respuestas.
2.1. ¿Vuestras devilidades?
2.2. Esta solo dirigida a las Zayn, Liam y Louis girls. Si queréis una fic personalizada contactad conmigo en mi correo y estaré encantada de hacerlosa. patuky23@gmail.com Os explcio el porque de esto, tengo un perfil de Wattpad en el cual subo mini-fics personalizadas e individulaes. Ya tengo una de Harry y una de Niall. Si queréis pasaros mi perfil es Patri_love1D
3. Me he hecho ask para que podaís preguntarme cuando subo y si teneis alguna duda. Si consigo ponerlo lo tendréis en uno de los laditos del blog, si no es http://ask.fm/PatriBooBear
4. CAMPY!!! QUE PASA CON MI PERSONAJE!!! ESTOY INTRIGADA!!
5. Tengo en mente una sorpresitaaaaaaa, si adivinais que es os doy un adelanto de ella en el próximo cap.
6. Desde aquí, animo a todas las lectoras fantasmas, que se que existis (Incluida la prima de María) a que dejéis algún comentario, porfiiii me hacen mucha ilusión.
7. Creo que nada mas por hoy. 
OS QUIERO.
KISSES

miércoles, 1 de enero de 2014

Capítulo 24

Un cumpleaños para no olvidarlo. Parte 2.

*NARRA PATRI*

La noche avanzaba y a su vez, la fiesta empezaba a morir, estábamos cansados del ajetreo de la semana, a las chicas nos dolían los tacones y queríamos volver a casa. Poco a poco empezamos a marcharnos, Adri y Tammy fueron los primeros.
Los entendíamos. Los siguientes fuimos Lou y yo. A mí me dolían mucho los pies, y porque no decirlo, me apetecía estar asolas con mi chico.
Nos despedimos y cuando llegué a la altura de Nicki, ésta me cogió del brazo y me separó un poco del grupo.

-¿Lo de disfrazarme de Batwoman…?
-¿Como? – dije haciéndome la tonta.
-Liam me ha contado que le ayudaste a elegir el disfraz.
-Bueno, tú me dijiste que querías sorprenderle y lo has hecho ¿no?
-De repente se me echó a los brazos y me abrazó con fuerza.
-Muchísimas gracias Patri.
-De nada – le sonreí.
-No lo digo solo por el disfraz, si no por hacerme sentir más segura de mí misma, este hoy no se me escapa – dijo con una sonrisa de niña traviesa.
-A si se habla, quiero ser la primera en enterarme.
-Te lo prometo.

20 minutos más tarde Lou y yo estábamos en su casa. Habíamos cogido un taxi de vuelta y ahora estábamos allí. Me dejó una sudadera que me quedaba más bien grande.
El aún no se había quitado el disfraz y aunque parecía tonto con la raya peinada al medio, estaba muy gracioso. Ninguno de los dos tenía mucho sueño así que decidimos ver una peli antes de acostarnos.
Louis me dejó elegir peli y me pidió que la fuese poniendo mientras él iba a buscar el helado. Elegí una de dibujos que me gustaba bastante pero no fui capaz de ponerla en el reproductor y hacerla funcionar, así que le pedí ayuda a Louis.


-Ayuda – le grité para que me escuchara.
-Somebody needs help – apareció gritando por el pasillo – SUPERMAN IS HERE!!!

En ese momento se quito la camisa rompiendo los botones y quitándose las gafas mostrando una camiseta de Superman.
Empecé a reír como una loca, era incapaz de parar.

-¿Donde has estado toda mi vida? – dije entre risas.
-Escondido en algún punto de Londres esperándote.
-¿A mí? - pregunté
-Si, desde el primer momento en el que te vi sabia que eras tú.
-¿Sabes que te amo? – dije abrazándole.
-Espero que siga siendo así por mucho tiempo – dijo acariciándome la cabeza mientras yo reposaba la cabeza contra su pecho.
-¿Que tal para siempre? – pregunté levantando la cabeza y mirándole a los ojos.
-Para siempre se me queda corto – acto seguido besó mis labios.

Después del numerito que montó mi chico y de la escena súper melosa que podría haber estado sacada de cualquier telenovela mexicana, empezamos a ver Monstruos University acurrucados en el sillón. Realmente no sé muy bien para que pusimos la película, ya que antes de que Mike y Sulley se conociesen, ya nos habíamos quedado dormidos.

*NARRA LIAM*

La gente se empezó a marchar hasta que no quedamos más que Nicki y yo en la azotea. Nos habíamos dejado la música de fondo y se había empeñado en ayudarme a recoger.  No quería que después de ayudarme se marchase sola a casa, ya que sería muy tarde para que anduviese sola a esas horas por las calles de Londres. También quería que se quedase conmigo, para que iba a negarlo, y para mi sorpresa ella no puso ninguna objeción.
Ya que los dos nos íbamos a poner a recoger y ella se quedaba en casa a dormir decidimos cambiarnos de ropa ya que estar vestidos de Batman y Batwoman no era cómodo precisamente.
Le presté un pantalón corto de Ruth, mi hermana, de la última vez que se había quedado en casa a dormir y se lo había dejado olvidado, y una sudadera mía, que no tardó ni dos segundos en remangarse para estar más cómoda.
Yo me puse un pantalón gris de algodón, ancho y una camiseta y los dos volvimos a subir a la azotea a terminar de recoger. Al ratito tuve que bajar a por el cepillo y cuando subí me la encontré bailando sola en mitad de la azotea. De fondo sonaba Someone like you de Adele y a ella se la veía sumida en su propio universo en el que nada mas importaba.
Cogí su cámara, la cual vi encima de una de las mesas en las que habíamos puesto la bebida, y sin que se diese cuenta le hice una foto.
La foto había quedado genial ya que se la veía bailando a oscuras con el foco del edificio de enfrente iluminando su silueta.

Cuando la canción terminó, ella dejó de bailar y empecé a aplaudirle. No se había dado cuenta de
que estaba allí así que se llevó un susto importante.

-¿Cuanto tiempo llevas ahí? – preguntó colorada.
-El suficiente para darme cuenta de que tienes un don.
-Muchas gracias – dijo sonriendo.

Esa sonrisa me mataba y me hacía quedarme colgando de un hilo que ella misma sujetaba y que si quisiese podría cortar, dejándome caer al vacío.

-Quería darte una cosa – dijo de repente.
-¿El que? – pregunté desconcertado.
-Bueno… es una tontería pero es que cuando lo vi me acordé de ti.

Se llevó la mano al bolsillo del pantalón y extrajo de él una cadenita plateada con algo colgando. Me lo tendió.
Visto de cerca se apreciaba mucho mejor lo que era. Era un colgante plateado con forma de uno de los personajes por un lado y con su nombre grabado por otro, era precioso.

-Es para que te acuerdes de mi cuando ya no esté – aparté mi vista del  regalo.
-¿Piensas irte a alguna parte?
-Depende – contestó simplemente.
-¿De qué? – era incapaz de apartar mi mirada de la suya mientras hablaba.
-De si quieres tenerme cerca o quieres que me vaya.
-¿Y porque depende de mí?
-Porque desde hace un tiempo, mi vida entera depende de ti.

*NARRA DANIELA*

La fiesta se terminó de repente, pues la gente se empezó a marchar. Yo había bebido más de la cuenta y, entre el exceso de alcohol y el volumen de la música, sentía como si la cabeza fuese a explotarme en cualquier momento.
Zayn me ofreció un Ibuprofeno y yo no lo rechacé. Los tenía en casa así que después de despedirnos de los demás, bajamos las escaleras hasta su casa en busca de la ansiada anestesia contra el agobiante dolor de cabeza.
Supongo que iba más pasada de copas de lo que pensaba pues mientras bajábamos las escaleras me trastabillaron los pies y casi me caigo al suelo todo espatarrada. Zayn me sujetó y me impidió caer. Sentí cierto calor subir por mi cuerpo cuando mis dedos rozaron los suyos a través de la barandilla de las escaleras y sentí un molesto hormigueo en mi estomago cuando me impidió caer poniendo sus brazos al rededor de mi cintura pero, las dos cosas las achaqué a la borrachera y no le di más importancia que esa.
Cuando Zayn abrió la puerta una sorpresa nos esperaba dentro. Una chica morena, bastante guapa y de mi edad, le esperaba sentada en el pasillo vestida en pijama y con un moño de dormir, despierta a pesar de ser mas de las 3 de la mañana.

Aun estando en pijama se podía percibir lo guapísima que era la chica, con una belleza exótica y misteriosa de la que me di cuenta al instante, yo carecía.
Zayn, al verla allí, se olvidó de que yo existía y corrió a abrazarla. A pesar del embotamiento que tenía en mi cabeza por culpa del alcohol no tardé demasiado en unir los hilos. Probablemente la chica que estaba colgada del cuello de Zayn y que le hacía sonreír como un tonto, sería la misma chica que apenas unas horas atrás le había mandado un mensaje, me imaginé que ella sería “Mi niña”.
Decidí que yo allí sobraba así que sin despedirme, sin la pastilla y sin hacer mucho ruido me marché de allí.
Me subí en el metro sin poder olvidar el rostro de aquella chica que probablemente tendría mi edad, era preciosa. Una idea fugaz apareció por mi mente, contra ella no tenía nada que hacer.
Me descubrí a mi misma comparándome con ella y vi que tenía las de salir perdiendo más, mas tarde no entendía que razones tenía yo para compararme con ella. Una palabra, o mejor dicho, un nombre vino a mi cabeza, Zayn.
No podía ser porque me gustase Zayn, simplemente éramos buenos amigos. No se podía negar que fuera mi tipo y que fuera bastante guapo pero no me gustaba, no sentía nada por él, o eso me hacía creerme a mí misma.
Me encontré en el metro cabreada con el mundo sin razón aparente. Me decía que era porque me mosqueaba que no me hubiese contado que tenía novia, e intentaba hacerme creer que no eran celos los que recorrían mi cuerpo.
Era imposible que me hubiese vuelto a enamorar, y menos de Zayn ¿no?
Iba sumida en mis pensamientos cuando escuché un silbido.

-Guau, eso es un cuerpo y no lo del ejército de verdad. – levanté la mirada.

Un chico con el pelo largo tipo emo, muy negro y peinado de lado me miraba desde la otra punta del vagón. Miré hacia ambos lados buscando a la persona a la que se dirigía aquel piropo, pero nos encontrábamos solos en aquel vagón.

-Te lo estoy diciendo a ti, morena – dijo acercándose.
-Mira chaval, no me calientes que no estoy de humor. – dije bastante mosqueada.
-Déjame adivinarlo – dijo sentándose a mi lado – te ha dejado tu novio, o te han dado plantón.

En ese momento levanté la cabeza para mirarle bien. Era un chico algo más mayor que yo, probablemente un año más, con el pelo negro y largo escondiéndole media cara. Era guapo, pero lo que más me sorprendió fueron sus ojos, eran grises.

 Me estaba mirando con una sonrisa curvada sobre sus labios pero clavó su mirada en la mía y su sonrisa fue desapareciendo de sus labios. Se había quedado clavado en mis ojos.

-Si ha sido eso, menudo gilipollas – dijo hablando mucho más bajito. Tenía un tono de voz bastante sexy.
-Un poco gilipollas sí que era, pero no era mi novio – dije sonriéndole.
-¿Eso significa que no tienes novio?
-No he dicho eso, pero no, no tengo novio.
-Acabas de arreglarme la noche – volvió a sonreír.
-Me alegro – dije sinceramente.
-Soy Ethan. ¿Tienes nombre?
-Creo que sí, pero no estoy muy segura.
Los dos reímos como dos tontos.
-Me llamo Daniela.
-Y no eres de aquí.
-Bueno, depende a que aquí te refieras. No vivo en el metro pero soy de este planeta.
-Yo que creía que eras medio alienígena…
-Soy española ¿Por?
-Las inglesas no suelen ser tan guapas.
-No puedo decir lo mismo de los ingleses.
***
Acabé  intercambiando número con el chico del tren, me había caído bien. Ethan había hecho que se me olvidase el mal final de noche por un rato pero la soledad, lo había devuelto a mi cabeza.
Llegue a casa y ni siquiera encendí las luces para no despertar a nadie. Subí las escaleras a tientas. Conté lo que creía que eran tres puertas y me metí en la cuarta, creyendo que era mi habitación.
Dentro Niall observaba dormir a Irene sobre tu pecho con los ojos llenos de ternura.

Me di cuenta de que me había equivocado de habitación al no acordarme de la puerta del baño. Mi habitación era la siguiente.
Salí de allí sin hacer ruido y me metí en el que sí que era mi cuarto. Me desvestí, desmaquillé y me puse el pijama.
Me metí en la cama y a mi cabeza vino instantáneamente la imagen de Niall e Irene. Mis ojos se empezaron a humedecer pensando en la imagen que había visualizado en casa de Zayn. Todo el mundo parecía ser feliz, tenían a alguien con quien ser feliz, y yo seguía sola, temiendo quedarme sola para siempre.
Retiré rápido las lágrimas que amenazaban con salir, repitiéndome a mi misma que me había prometido no volver a llorar, pero la tristeza no abandonaba mi pecho, mientras pensaba en como Zayn rodearía aquella noche a aquella chica y dormirían juntos, mientras, una noche mas, yo, dormiría sola.

*NARRA HARRY*

Después de la fiesta, Mery se vino a casa. Nada más abrir la puerta nos encontramos con una escena memorable.
Patri y Louis estaban completamente dormidos en el sillón de casa, con el volumen de la tele a tope y viendo una peli de dibujos.

-Menudas marmotas, no sé como no se despiertan con los bichos estos dando gritos – dije apagando la tele.
-Están hechos el uno para el otro. – dijo Mery sonriendo.
-En fin… Tengo una cosa para ti. – dije sonriendo.
-¿El qué?
-Está arriba.
-Pues vamos.

Se quitó los tacones y salió corriendo escaleras arriba como una niña pequeña. No puede reprimir una sonrisita ante su entusiasmo. Estaba loca, y me encantaba.
Subí las escaleras tras ella y me la encontré sentada en mi cama con las piernas cruzadas y mirando la puerta fijamente.

-Dámelo – dijo seria.
-Señor, si señor – dije haciendo un saludo militar.
-No tonto, venga en serio ¿qué es?
-Espera, impaciente.

Saqué de la mesilla el regalo y la obligué a cerrar los ojos. Después la estiré la mano y la puse la pulsera.
Cuando la vio sonrió y se tiró a mi cuello, para llenarme toda la cara de besos.

-Me encanta, me encanta, me encanta…
-¿Me pones la mía? – dije sacando la mía del bolsillo.

Después de otra tanda de besos y de mil “me encanta” empezaron las preguntas.

-Y, ¿hay algún motivo sobrenatural para esto?
-Simplemente me apetecía regalártelo.
-Y, ¿por que un infinito?
-Porque es un para siempre, y quiero estar contigo para siempre.
-Para siempre es mucho tiempo.
-Si estoy contigo, se me va a pasar volando.

Depositó otro beso sobre mis labios en forma de agradecimiento y yo se lo correspondí. Esos besos desembocaron en otros, y se desató la pasión. Minutos más tarde volvíamos a ser solo uno.
Cuando terminamos volvimos a besarnos y poco a poco nos quedamos dormidos.
A mitad de la noche me desperté sobresaltado. María estaba teniendo una pesadilla. Tenía la frente perlada de sudor y no dejaba de llorar mientras se movía como una loca.

-No…
-María
-No te vayas…
-María – volví a llamarla intentando despertarla.
-No…
-María – agité su hombro.
-¡NO! - Finalmente se despertó muy sobresaltada. Me miró a los ojos y comenzó a llorar mientras susurraba mi nombre.
-Ya está, tranquila. – Intenté calmarla.
-Harry… – susurró entre sollozos.
 -Ha sido solo una pesadilla princesa, no pasa nada, estoy aquí, contigo. – susurré acariciándola el pelo.
-No te vayas…
-No pienso moverme de tu lado. Ni esta noche ni nunca.

Más tranquila y tras depositar un beso en mis labios se dio la vuelta y me hizo pasar mis manos por delante de su cintura, para entrelazarlas.
Descansa que yo te protejo, con mi vida si hace falta. No voy a volver a perderte. – dije antes de caer en un sueño profundo del que ninguno de los dos despertaría hasta la mañana siguiente.
No necesitábamos despertarnos. Estábamos bien, acurrucados, con los dedos entrelazados, protegiéndonos el uno al otro.


*NARRA NICKI*

-Ven, quiero enseñarte una cosa – dijo tirando de mi mano.

Empezó a caminar con mi mano bien sujeta, como si temiese que fuese  escaparme. Llegamos hasta el final de aquel edificio.

-Muy bien, se ha terminado el edificio, ¿y ahora? – dije.
-Espera impaciente. – empezó a moverse por aquella parte de la azotea, como si estuviese buscando algo.
-Es que no sé que es lo que tengo que esperar exactamente y no me gustan las alturas.

Se quedó de espaldas a mí. Todo estaba bastante oscuro y solo conseguía ver su silueta desde tanta distancia. Vi como cogí algo bastante grande del suelo, o muchas cosas más pequeñas y las tiraba edificio abajo.

-¿Que haces? – pregunté.

Él, simplemente no contestó. Se dio la vuelta, camino hasta mí y me tendió la mano.

-¿Confías en mí?
-Esa frase es de Al-addin.
-Lo sé, pero ¿confías en mí? – repitió.
-Ahora mismo te confiaría mi vida. – contesté sincera.
-Como me alegro de que hayas dicho eso – esbozó una sonrisa traviesa en los labios.
-¿Por?

Otra vez, mi pregunta se quedó sin respuesta. Cogió mi mano y empezó a caminar hacia el lugar en el que
antes había dejado caer algo al vacio.

-Salta – dijo de repente.
-¿Que? – grité atemorizada.
-Has dicho que confías en mí, yo te prometo que no va a pasarte nada malo, salta.

Realmente no sé porque lo hice. Quizás porque estaba loca, quizás porque pocas cosas me importaban ya, o quizás porque realmente hubiese hecho cualquier cosa que me pidiese. Tampoco me pare a pensarlo. Le miré a los ojos, cogí su mano y saltamos juntos al vacio.
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Feliz año Babies!!!!!!!!! Bueno prometí subir pronto y lo he hecho. No os podéis quejar de capítulo eh?? Es intenso, hay doscientas mil fotos, es largo y acaba en intriga. ¿Por que le pedirá Liam a Nicki que salte al vacio con el? ¿Será un suicidio para acabar los dos juntos para siempre? ¿La cogerá en el último momento tratando de ver lo que haría por el?¿Será todo una broma? ¿O será este el final de esta pareja. Todas estas preguntas y muchas mas serán respondidas en el siguiente capítulo.
Que pensais sobre Zayn y Dani?? Descubrirá Dani que es su hermana?? Quien es Ethan??
Os habéis quedado intrigadas??? Pues comentar rápido y mas rápido subiré yo.
KISSES