Here I am.
*NARRA PATRI*
Había pasado una semana exactamente desde mi cumpleaños y ya
nos estábamos preparando para otro asalto, el de Liam.
Aparentemente todo había vuelto a la normalidad. Harry y
Mery habían vuelto más felices y unidos que nunca y estaban de un meloso que
daba asco. Lou y yo estábamos genial también, aquel viaje me había enseñado a
quererle más si era posible y cada día estaba más enamorada.
Irene y Niall estaban un poco desatados y cada vez se
preocupaban menos de esconderse. Podías dar dos pasos que en cuanto te dieses
la vuelta para ver si te seguían estaban devorándose el uno al otro como dos
lobos hambrientos, daban un poco de asquito.
Una de las veces que solté uno de mis “Que asco”, Irene
contestó:
- Eso
es porque no has probado el sexo cariño. Louis, haber si te pones las pilas.
Los dos enrojecimos al instante y los demás empezaron a
reírse Mery, Nicki y Dani incluidas.
- Vosotras
no se dé que os reis, que yo sepa no sois ningunas expertas. – contesté de mala
gana.
- Pero
no somos vírgenes – dijo Daniela.
- Habla
por ti – dijo Nicki también roja como un tomate.
- ¿Eres
virgen? – preguntó Mery sorprendida.
- Si,
¿tú no? – preguntó la rubia.
Mery también enrojeció y Harry soltó una carcajada contenida
por la reacción de su novia.
- Nicki,
¿no te han dicho nunca que lo mejor de las peleas son las reconciliaciones? –
contestó Zayn muerto de la risa.
- ¿Podemos
cambiar de tema? Estamos comiendo – dije cortándoles el royo. Me sentía
incomoda hablando del tema.
- Pobre
Louis – dijo Harry dándole una palmadita en la espalda – te has enamorado de
una monja.
- ¡Styles!
– grité cabreada – como vuelvas a llamarme monja te corto los rizos.
- ¡Nooooooo!
¡Los rizos no!
Volvíamos a estar mejor que nunca y se notaba en el aire. Todos estábamos felices y contentos
y por fin volvíamos a ser una gran familia.
Esa tarde estábamos todas en casa preparándonos para el
cumple de Liam. Habíamos pensado hacerlo un poco diferente esta vez, y
disfrazarnos en vez de ir con vestidos de fiesta.
Nadie le había dicho a nadie de que se iba a disfrazar y así
la cosa tenía más gracia, y solo habíamos
puesto una regla, no valía comprar los disfraces, había que hacerlos con
ropa normal y mucha imaginación. La casa ahora mismo era un desastre, María
sacaba ropa de los armarios como una posesa sin saber que ponerse. Daniela
gritaba buscando el maquillaje que yo le había escondido, Irene estaba dormida
y Nicki creo que estaba en la ducha.
Yo por mi parte me había duchado hace un rato, y estaba
encerrada en mi habitación en ropa interior y con el pelo recogido con una
toalla.
Estaba sentada en la cama rodeada de hilos y telas
terminando de coser mi vestido mientras escuchaba música. Se me había ocurrido
vestirme de Alicia en el país de las maravillas y con una camisa azul muy fea
que encontré en mi maleta, supongo que sería de mi abuela o algo así y con un
poco de tela azul me había hecho un vestido. Me había arreglado un delantal
viejo que tenían Louis y Harry en casa, haciéndomelo un poco más femenino para
que se adaptase a mi figura. Le había cogido a Dani unas medias estrambóticas y
me había puesto unas de mis botas favoritas con un lazo de Mery en la cabeza, y
había quedado un disfraz original.
Estaba dándole las últimas puntadas al cuello del delantal
cuando llamaron a la puerta.
- Pasa.
– apareció una cabecita rubia por la puerta - ¿Que pasa Nicki?
- Patri,
¿Puedo hablar contigo?, tengo un problema. – dijo sonrojada.
- Claro
– retiré un poco los hilos para que se sentase conmigo en la cama – ven, ¿Que
te pasa?
- Bueno
es que haber, no sé si sabes que el día de tu cumple, cuando te marchaste Liam,
Tammy, Kyle y yo nos fuimos de fiesta.
- Sí,
me lo han contado, que Liam le rompió la nariz a Kyle.
- Si
bueno, eso no fue lo único que paso.
- Cuéntame.
- Pues
haber, digamos que esa noche Liam bebió un poco más de la cuenta, estaba bien,
pero ya sabes que el alcohol te hace hablar más de la cuenta.
- Si,
¿Y que?
- Pues
que esa noche yo también bebí pero iba mucho más coherente. Me puse celosa de
Tammy y se lo eché en cara a Liam.
- Y
se mosqueó.
- No
exactamente.
- ¿Entonces?
- Me
dijo que estaba enamorado de mí, no de ella.
- ¡Que
bien! – dije alegrándome por ella.
- No,
de que bien nada.
- ¿Por?
- Porque
no se acuerda absolutamente de nada de aquella noche.
- Joder
que putada.
- Pues
sí, un poquito. El caso es que a mi Liam me gusta mucho y eso y no sé como
hacerle ver que me importa. Quería sorprenderle hoy pero no se me ha ocurrido
nada que le vaya a sorprender, además no me veo bien en nada.
- No
seas tonta, si eres perfecta.
- No
sé yo.
- No
te preocupes que vamos a hacer que a ese chico se le caiga la baba cuando te
vea.
***
- Pues
creo que ya estás – dije una hora más tarde - ¿Que te parece?
- Guau,
¿Esa soy yo?
- Yo
creo que sí.
- Muchas
gracias Patri.
- De
nada hombre, lo que no se es como no nos lo has dicho antes.
- Lo
que no se yo es como hemos hecho esto – se señaló a sí misma – en una hora.
- Cariño,
estando en una casa con cuatro chicas mas, ropa no te va a faltar – dije
riéndome.
- Por
cierto, eres toda una manitas. ¡Me encanta el corsé!
- Solo
es un corsé negro y un poco de papel adhesivo amarillo. No me entretengas que
tengo que terminar mi vestido que a este paso siempre soy la última.
- Te
debo una – dijo saliendo por la puerta.
- Estas
niñas me van a matar – suspiré aguantando una carcajada.
Recogí un poco el desorden que habíamos montado entre Nicki
y yo y me puse a terminar de coser y a vestirme, iba a ser una noche
interesante.
***
Habíamos quedado en el bloque de apartamentos de Liam, Niall
y Zayn y, a pesar de las muchas insistencias de los chicos, habíamos decidido
que no viniesen a buscarnos. Queríamos reírnos un rato cogiendo el metro de
Londres cuatro españolas y una inglesita de Manchester vestidas del calibre que
íbamos.
Daba risa solo vernos tal y como íbamos. Mery iba de
caperucita roja y le faltaban algunos metros de falda, a Harry se le iba a caer
la baba solo con verla. Nicki iba perfecta con el disfraz de Batwoman, iba
encantada. Daniela iba de soldado con una pistola de airsoft y balas de
mentira, tan macarra como siempre. Ella no había dicho nada, ni lo admitiría
nunca pero se le notaba que estaba coladita hasta los huesos por cierto moreno
que pensaba poner firme con ese fusil.
Yo había terminado de coserme el vestido a tiempo y la verdad es que iba muy mona.
Irene bueno… Irene era un caso aparte. No se sabía exactamente de qué iba pero
se excusaba diciendo que tenía poca imaginación para esas cosas.
Salimos de casa entre risas y empezamos a caminar por la
calle ante la atenta mirada de los londinenses que se sorprendían a vernos con
esas pintas.
Nos subimos al ajetreado metro de Londres y empezaron las
risas. La gente de nuestra edad salía de casa a esas horas para irse de fiesta
por lo que no encontramos con varios adolescentes de nuestra edad en el metro.
Unos se reían y otros, chicos la mayoría nos piropeaban, porque por qué no
decirlo, íbamos bastante cortas y estábamos bastante buenas.
Hicimos un trasbordo y al siguiente tren al que subimos
estaba bastante cargado de gente, ya que iba al centro de Londres. Nos quedamos
de pie y sentíamos a la gente muy pegada a nosotros. De repente me tocaron el
culo.
- Como
me vuelvas a tocar el culo te tiro al suelo de la hostia que te doy subnormal –
dije dándome la vuelta.
- Yo también me alegro de verte cariño.
*NARRA LOUIS*
Sabíamos que las chicas se habían empeñado en ir en metro
así que decidimos cogerlo nosotros también. Íbamos con unas pintas como para
morirse. Harry iba disfrazado de canguro y yo me había puesto una camisa
abrochada hasta el último botón con una pajarita negra bajo una camiseta de
Superman. Me había puesto mis gafas de leer (esas que rara vez me ponía) y me
había peinado con la raya al medio. Parecía idiota pero se supone que iba
disfrazado de Clark Kent.
Al cambiar de tren empezamos a escuchar muchas risas
femeninas y mucho escándalo. Nos acercamos a la parte de adelante del vagón con
dificultad por que había mucha gente y descubrimos un grupito de 5 chicas
disfrazadas igual que nosotros riéndose y gritando como unas locas. No podían
ser otras que nuestras chicas. Nos acercamos a comprobarlo y efectivamente,
allí estaban ellas cada una en un vestido diferente disfrazadas.
Ellas no nos habían visto así que decidimos acercarnos a
darlas un susto. Reconocí a Patri enseguida. Iba con un vestido azul unas
medias de rayitas y unas botas altas de tacón. Se había dejado el pelo suelto y
llevaba un lazo negro en la cabeza. Iba guapísima.
Me acerqué hasta ella y me puse justo detrás. Iba a
agarrarla de la cintura pero me empujaron y mi mano acabó en su culo. Ella
empezó a gritar como una loca y yo no pude reprimir una sonrisita.
- Como
me vuelvas a tocar el culo te tiro al suelo de la hostia que te doy subnormal –
dijo dándose la vuelta sin saber que era yo.
- Yo
también me alegro de verte cariño – le contesté con una sonrisita traviesa
sobre mis labios.
- Louis
– dijo con los ojos muy abiertos.
- Patri
– dije sin aguantar la risa – Parece que has visto un fantasma – pasé una mano
por delante de sus ojos.
- ¿De
que se supone que vas disfrazado? – preguntó Daniela.
- De
Clark Kent – contesté – ¿Piensas darme un beso?
Me besó sonriendo, después enganchó el cuello de mi camisa y
acercó su boca a mi oído para susurrar.
- Tomlinson,
como vuelvas a tocarme el culo, te corto las manos.
*NARRA HARRY*
Mientras Louis se colocaba detrás de Patri, me acerqué a
María. Las cosas estaban mejor que nunca y yo lo agradecía en el alma.
- Vas
muy guapa Caperucita. – dije besándole el cuello desde atrás.
- Tendrías
que haberte vestido de lobo en vez de canguro. – dijo juguetona sin darse la
vuelta.
- Ganas no me faltan de comerte enterita –
continué besándole el cuello y dejándonos llevar por la pasión me pasé de beso.
- ¡Styles!
– gritó de repente riendo - ¡Me has hecho un chupetón!
- Parece
ser que si – dije divertido.
- Tu,
ríete, que cuando vea a mi hermano es lo primero que le enseño.
- Para
cuando veas a tu hermano habrá desaparecido – dije despreocupado.
- ¿Desde
cuándo los chupetones duran 10 minutos?
- ¿Como?
– pregunte nervioso.
- Ay
ricitos, nunca cambiarás – dijo Louis dando una palmada en mi hombro.
- Adri
va a la fiesta – dijo Dani.
- ¡No
me jodas! – mi cara perdió todo su color.
- Styles,
la has liado pero bien – dijo mi novia muerta de la risa.
***
En cuanto llegamos al edificio yo estaba rojo de la rabia y
Mery roja de la risa. Se había pasado todo
el resto del viaje burlándose de mí. Aún así hice un último intento por salvar
mi culo.
- No
se lo digas, no quiero tener una muerte prematura, soy muy joven y tu hermano
me da miedo. – la cogí por la cintura.
- Eso
te pasa por exceso de pasión.
- Venga…
- Suplícame
un poquito. – dijo coqueta.
- No
te voy a suplicar nada.
- Acabas
de perder tu última oportunidad. – dijo subiendo las escaleras al piso de Liam.
Iba mal si quería ganarme la bendición de Adri. Solo me
quedaba el consuelo de que fuese igual de liberal que yo (aunque dudo mucho que
lo fuese tratándose de su hermana pequeña), me quedaba el consuelo, de que esta
vez sí intentaba pegarme, podría defenderme, levaba los guantes de boxeo
puestos.
*NARRA NICKI*
Subimos a la azotea donde se supone que nos estaban
esperando los demás. Por el camino las piernas me temblaban como un flan, y
realmente no sabía por qué.
Aparentemente era simplemente una quedada entre un grupo de
amigos para celebrar el cumpleaños de uno de ellos pero si te parabas a pensar
que para mí era una quedada entre amigos para celebrar el cumpleaños del chico
del que estaba enamorada pero tenía que callármelo por timidez, las cosas
cambiaban un poco.
Me quedé atrás antes de salir a la azotea, parándome frente
a una puerta de metal, la única barrera que me separaba del terror que suponía
se iba a convertir aquella fiesta. Puse una mano en mi pecho para intentar
calmar mi corazón para intentar calmarlo pero no lo conseguía, y estaba
empezando a agobiarme.
Empecé a respirar más fuerte y Patri lo notó.
- Chicos,
id pasando vosotros que tengo que hablar con Nicki sobre una cosa importante.
- ¿No
nos podemos quedar? – dijo el rulos.
- No
seas cotilla Styles – dijo Mery llevándoselo de allí.
- No
tardes – dijo Louis antes de depositar un dulce beso sobre los labios de Patri.
Cuando se separaron a Patri, se le instaló una sonrisa en la
cara.
- Se
os ve genial – dije sonriendo. Todos habían cruzado la puerta y nosotras nos
habíamos sentado en las escaleras.
- Le
quiero mucho.
- Te
tengo envidia – dije.
- No
tienes por qué.
- Si,
si tengo por qué. Eres preciosa, tienes un novio impresionante, que te quiere
como tú le quieres a él, estás súper segura de ti misma y no le tienes miedo a
nada, me gustaría ser como tú.
- Nicki
– levantó mi mirada para que dejase de mirarme los pies y la mirase a los ojos
– Eres perfecta. Tienes un pelo precioso y unos ojazos que ya me gustaría a mí.
Eres una chica sincera, simpática, guapa, divertida, cariñosa, talentosa y
contigo el mito de que las rubias son tontas se rompe. – consiguió sacarme una
medio sonrisa pero mi mirada volvió a mis pies – Tiene un defecto, eres tímida
¿Y que más da? Eso se soluciona, además todos tenemos defectos.
- Si
pero me da miedo que mis defectos me alejen de Liam.
- ¿Eso
es lo que te preocupa? ¡Vaya estupidez! Nicki, a Liam le tienes tonto perdido,
le gustan tus defectos, no tienes que cambiar nada para gustarle porque le
gustas tal y como eres ¿es que no lo ves? Tus defectos pueden ser tus mejores
virtudes.
- ¿A
que te refieres?
- Tu
timidez, te hace parecer una niña súper dulce, pero cuando te sueltas eres como
un león, peleando por lo que te importa.
Sobre lo de que no eres una persona segura de ti misma, ¿has probado
alguna vez a hacer algo sin importarte lo que pudiese pasar?
- No
– contesté sincera.
- Pues
hazlo. Pisa fuerte y di aquí estoy yo, que si te caes alguien estará para
sujetarte, y si no, estará para recogerte. No le puedes tener miedo a la vida
porque si no te la vas a perder, y te vas a perder muchas cosas.
No sabía que decir.
- Me
voy para que lo pienses sola. Si en cinco minutos no has entrado diré que te
has ido a casa porque te encontrabas mal, pero si entras, quiero que entres muy
segura de ti misma, con ganas de decir aquí estoy yo, con ganas de divertirte,
y con ganas de hacerle ver a Liam de que estás echa.
Después de eso abrió la puerta de metal y la cruzó
dirigiéndose a la fiesta y dejándome sola con mis pensamientos.
Tras 3 minutos decidí que la vida estaba para vivirla y
punto. Así que respiré hondo y con toda la seguridad que conseguí reunir abrí
la puerta y salí a la azotea.
-------------------------------------------------------------------------------------
Bueno bueno bueno al final e conseguido escaparme y subir otro capitulo. Este capítulo es especial porque quiero haceros publi de la página web de mi tía. Ahora le ha dado por hacer bisuteria y la verdad es que se la da de perlas. Tiene cosas para mas mayores pero tiene otras en fosforito y con infinitos muy Directioners, Os dejo la dirección para que os paseis que se que le va a hacer ilusión.
Mas cositas, sigo pidiendo que me hagais shipeos aquellas que no los habeis hecho, QUIERO VUESTRA OPINIÓN. Y quería mandarle desde este capi un besazo enorme a mi Campy que me va a meter en una de sus novelas. Cmpy te dedico el cap.
A partir de ahora le voy a dedicar el capítulo a la chica que ponga el comentario mas original. Iros preparando que llegan sorpresas, no solo en la novela. Y hasta aquí puedo escribir.
Un besazo
KISSES