miércoles, 25 de septiembre de 2013

Capítulo 17

Y las sorpresas continúan.
*NARRADOR OMNISCIENTE*
Mientras cenaban empezaron a cantar canciones que Daniela y Zayn iban poniendo en versión de karaoke.
Fueron subiendo todos uno a uno a cantar las canciones que ellos elegían. Louis subió el primero ofreciendo una versión muy mala de I’m sexy and I know it que revolucionó al público femenino y matándolos a todos de la risa.
Después subieron Patri a la que acompañó Dani cantando wannabe de las Spice Girls. Zayn y Liam cantaron Can’t hold us y Niall se atrevió con la macarena sin contar con que tenía cuatro españolas delante de sus ojos. No podían parar de reír.
Aunque todos reían había dos personas en aquella sala que no lo estaban pasando bien, y los demás lo sabían.
-       Mery, te toca – dijo Zayn para intentar animarla.
-       Chicos de verdad, no me apetece.
-       Por fi – dijo Patri.
-       Solo porque es tu cumple. – subió al escenario y le dio a la reproducción aleatoria.

Comenzó a sonar behind these hazel eyes de Kelly Clarkson, una canción que le iba como anillo al dedo al momento por el que ella estaba pasando.
Seems like just yesterday
You were a part of me
I used to stand so tall
I used to be so strong
Your arms around me tight
Everything, it feel so right
Unbreakable, like nothin' could go wrong
Now I can't breathe
No, I can't sleep
I'm barely hanging on

Here I am, once again
I'm torn into pieces
Can't deny it, can't pretend
Just thought you were the one
Broken up, deep inside
But you won't get to see the tears I cry
Behind these hazel eyes

I told you everything
Opened up and let you in
You made me feel alright
For once in my life
Now all that's left of me
Is what I pretend to be?
So together, but so broken up inside
Cause I can't sleep
I'm barely hanging' on

Here I am, once again
I'm torn into pieces
Can't deny it, can't pretend
Just thought you were the one
Broken up deep inside
But you won't get to see the tears I cry
Behind these hazel eyes

Swallow me then spit me out
For hating you, I blame myself
Seeing you it kills me now
No, I don't cry on the outside
Anymore...

Here I am, once again
I'm torn into pieces
Can't deny it, can't pretend
Just thought you were the one
Broken up deep inside
But you won't get to see the tears I cry
Behind these hazel eyes

Here I am, once again
I'm torn into pieces
Can't deny it, can't pretend
Just thought you were the one
Broken up deep inside
But you won't get to see the tears I cry
Behind these hazel eyes
A medida que la canción había ido avanzando ella cogía más fuerza. Las lágrimas se apoderaban de los ojos irremediablemente mientras no apartaba la mirada del chico que le había hecho tanto daño.
La canción comenzaba a terminar y ella no tenía fuerzas para más ya que el dolor se la iba comiendo poco a poco hasta que acabó prácticamente en un susurro y salió corriendo hacia el baño. El chico, también con lágrimas aflorando por sus ojos la siguió hasta quedar encerrado en el baño con ella. No lo podía aguantar más y si esperaba, la perdería para siempre.
-       Harry vete – dijo ella.
-       No
-       Vete por favor
-       No – repitió.
-       ¿No te parece suficiente el daño que me has hecho ya? Me has jodido la vida, ¿entiendes eso? Ojalá no te hubiese conocido – dijo llena de rabia, sin pensar en sus palabras.
El tan solo guardó silencio intentando asimilar las palabras que habían sido como cuchillos para su frágil corazón.
-       Vete Harry, no quiero verte, no quiero saber nada mas de ti nunca más.
-       No me lo creo – dijo por fin.
-       ¿Que es lo que no te crees?
-       Sé que me quieres.
-       No se puede querer a alguien que te ha roto el corazón de esta manera. – dijo ella prácticamente en un susurro.
-       No me lo creo. Si de verdad me has querido tanto como decías, si de verdad e significado tanto para ti…
-       Claro que has significado tanto para mí. Has sido a la primera persona a la que he amado de verdad, la única con la que he pensado que quería formar un futuro. Harry, te he querido como no pensaba que se podía querer a alguien, pero ya no, me has roto.
-       No me lo creo. – la hizo retroceder hasta que dejo su espalada apoyada contra la pared, apresándola entre su cuerpo y el frió de las baldosas de la pared del baño.
-       Es verdad. – dijo en un susurro apenas audible. Él levantó su barbilla para hacer que le mirase a los ojos.
-       Mírame a los ojos y dime que no sientes nada por mí, que no quieres tenerme cerca, mírame a los ojos y dime que no me quieres, que quieres que me vaya y me iré. Te juro que cuando tú me pidas que te deje y me mires a los ojos mientras me lo dices, cuando yo sienta que no me estás mintiendo, entonces te prometo que me marcharé y no volverás a saber nada de mí nunca más, será como si nunca hubiese existido. Pero mientras aún me quieras me da igual lo lejos que te vayas o lo mucho que no quieras verme, te voy a buscar y voy a intentar que me perdones porque mientras exista una posibilidad de recuperarte voy a intentarlo. Dime que no me quieres y me voy, pero mírame a los ojos e intenta que me lo crea.
-       No puedo – susurró tan bajito que ni siquiera él lo oyó.
-       Dímelo y no volverás a saber de mi – repitió dando un golpe en la pared que hizo que todo retumbase.
-       ¡No puedo! – gritó ella rompiendo a llorar – no puedo porque por mucho daño que me hayas hecho no voy a dejar de amarte. No puedo, por mucho que lo intente.
-       Entonces, no lo intentes.
Ella no podía parar de llorar y a él le dolía todo el cuerpo al pensar que él era el causante de sus lágrimas, y al pensar en tenerla tan cerca y no poderla tocar. La había echado de menos y la necesitaba cerca, por eso, esperando que ella se apartara la abrazó.
Ella en cambio también le necesitaba cerca y se dejó abrazar apoyando su cabeza en el pecho de Harry.
Tras aquel pequeño incidente las cosas siguieron con normalidad aparente, aunque nada había cambiado entre ellos.
Un poco más tarde empezaron a llegar más sorpresas.
*NARRA PATRI*
Estábamos hablando cuando de repente sonó el timbre. Louis fue a abrir y volvió con una tarjeta en las manos.
-       Patri, me han dado esto para ti.
Me tendió una nota escrita por una letra que reconocí al instante y un soldadito de plomo.
“Me hubiese gustado estar allí contigo enana pero, ya sabes el trabajo. Mi regalo es especial porque es como un dos en uno. Es un pequeño soldadito de plomo para que te acuerdes de mi pero no es solo un juguete vestido de militar, también es una especie de geniecillo en miniatura. Pide un deseo, a lo mejor se cumple. Un beso enana. Álvaro”
-       Me gustaría que estuvieses aquí conmigo – dije en alto sujetando con fuerza el pequeño muñeco.
-       Deseo concedido – dijo una voz desde la puerta.
Poco a poco entró en la sala un chico de 17 años vestido de militar. Era alto y moreno con el pelo corto y puesto hacía arriba con gomina. Tenía una sonrisa enorme adornándole el rostro.
-       Bueno que, ¿no piensas venir a abrazar a tu soldadito? – extendió los brazos.
Yo salí corriendo y me tiré a sus brazos abrazándole como si se me fuese la vida en ello. Le había echado muchísimo de menos. Escuché risas a mis espaldas y algún que otro comentario pero me dio igual, estaba feliz de volver a verle.
Cuando consiguió que le soltase se fue a abrazar a Daniela quien también era muy buena amiga suya.
Le presenté al resto de mis amigos y le presenté a Louis, a quien ya conocía de haber hablado con el por teléfono. El había sido quien había movido los hilos para que Álvaro estuviese allí conmigo.
Él había dejado el instituto con 16 años para alistarse en el ejército y desde entonces solo le veía cuando iba de permiso a ver a sus padres en España. Ahora, yo me había mudado a Londres y no le veía ni para eso.
Estuvimos hablando un buen rato hasta que volvió a sonar el timbre. Esta vez era el hermano de Mery que se unía a la fiesta.
Más tarde llegó Kyle y a los dos minutos Tammy. A esta última se le borró la sonrisa que traía puesta nada más ver a los que estábamos dentro de la sala, no entendí porque, pero tampoco le di demasiada importancia. No porque no quisiese, si no porque el timbre volvió a sonar.
*NARRA TAMMY*
No podía ser. Aquel era el último sitio en el que esperaba encontrármelo pero el destino es caprichoso y nos había juntado a los dos en la misma habitación. Supuestamente la suerte la suerte jugaba a mi favor pero es que realmente no me veía con fuerzas como para hablar con el por lo que me limité a apartar la mirada de esos ojos azules que me habían enamorado hacía y 2 años y me refugié tras Liam con la esperanza de que el no viniese a hablar conmigo.
-       Tammy, ¿Qué te pasa? – preguntó Liam.
-       Ven, yo te lo cuento pero a solas – Nicki me puso mala cara – bueno si quieres puedes venir Nicki, no eres tu quien no quiero que no sepa nada – susurré para que solo me oyesen ellos dos.
-       Haber, cuéntanos – dijo Liam cuando ya estábamos separados del grupito que se había puesto a hacer el loco sin reparar en nuestra ausencia.
-       Hace dos años vivía en Alaska con mis padres y estudiaba medicina en la Alaska Pacific University. Allí conocí a un chico que estaba de Erasmus y me gustó desde el principio pero como soy tan tímida no lo dije nunca nada hasta que un día íbamos despistados y chocamos en un pasillo. A raíz de ahí nos conocimos y nos hicimos muy amigos, después empezamos a salir. Estábamos muy bien juntos, se podría decir que todo era perfecto pero llegó el final del año y se le acabó la Beca. El volvió a España y yo me quedé en Alaska pero le echaba muchísimo de menos. Convencí a mis padres y me mudé a España para estudiar allí. Al principio todo iba bien, como en Alaska pero luego él fue dejando de sonreír. Empecé a pensar que yo tenía la culpa de que él no fuese feliz y me marché a Alaska sin darle ninguna explicación. Sé que puede sonar como una gilipollez pero no quería que fuese infeliz. – se me empezaron a los ojos – Sin él era yo la que no era feliz, además me enteré de que yo no había tenido la culpa de que él hubiese pedido la sonrisa así que me cogí un avión y volví a España pero él se había marchado a Londres. Le necesitaba así que me vine a Londres a intentar recuperarle. Llegué aquí y le encontré pero me empezaron a llegar dudas a la cabeza y no tuve los cojones de decirle que le necesitaba, que le quería y que no le había olvidado.
-       ¿Él sabe que estas aquí en Londres? – preguntó Nicki.
-       Ahora sí.
-       ¿Cómo que ahora si? – esta vez había preguntado Liam.
-       El chico que conocí en Alaska es el hermano de Mery.
*NARRA LOUIS*
Parecía que todo estaba yendo de maravilla. Todos reían y lo pasaban bien mientras bailaban al ritmo de la música que Zayn pinchaba con Dani en la mesa de mezclas.
Incluso Mery y Harry parecía que lo pasaban bien, eso sí, cada uno por su lado. Aún así no pararon de mirarse en toda la fiesta. Él la miraba arrepentido y ella con cierta melancolía como si intentase grabarse su recuerdo en la mente.
Realmente me fijé poco en ellos, estaba más pendiente de mi chica. No paraba de sonreír y reírse como una niña pequeña, y me encantaba.
Llegaron las 10 encendimos el proyector.
-       ¿Qué es esto? – me preguntó. – Espera no me lo digas, es otra sorpresa.
-       Si - dije sonriente.
La hicimos darse la vuelta mientras lo preparamos por lo que estaba de espaldas a la pantalla. Cuando ya lo teníamos todo y estaba la sorpresa en pantalla, la hicimos darse la vuelta.
-       Felicidades cariño – dijo su madre.
-       Mama… - se puso a llorar por la emoción y se abrazó a mi cuello, llorando sobre mi pecho. Me puse rojo al instante cuando sentí los ojos de su padre clavándose en mí.
-       Sorpresa – susurré.
Después de que se le pasase el disgusto estuvo hablando un rato con ellos por Skype. Me limité a quedarme escondido, me daba miedo que su padre no me aceptase. Después de estar casi una hora hablando con ellos nos presentó a sus padres y a mí me presentó como lo que era, su novio.
Parecieron tomárselo bien. Ya se estaban despidiendo para cortar la llamada cuando el padre de Patri me llamó.
-       Tomlinson, como le hagas daño a mi hija, sabes lo que tienes entre las piernas ¿verdad? Pues como la hagas daño te la corto. Adiós cariño. – segundos después la llamada se cortó.
Todos empezaron a reírse de mí.
-       Louis te has quedado blanco. – tragué saliva. Mientras Niall reía como un loco.
-       Mira le ha comido la lengua el gato.
-       Tú no eres al que acaban de amenazar con cortarle la virilidad – dijo Zayn también partiéndose de risa.
-       Louis – Patri susurró en mi oido – Tranquilo solo estaba bromeando, le has caído bien.
-       Ya lo he visto – dije con ironía.
-       Hora de los regalos – gritó Daniela mientras nos poníamos en corrillo en el suelo para darle los regalos.
*NARRA PATRI*
Por más que les había dicho que no hacía falta que me regalasen nada, se habían empeñado y ahora me tocaba abrir las cosas. Cada uno tenía una caja, más o menos del mismo tamaño.
Empezó Tammy con la suya. Dentro había una bolsa de pretzels,  salchichas Frankfurt y una cerveza, cosas típicas alemanas. No dije nada, simplemente le agradecí el regalo, aunque me pareció la cosa más rara del mundo, y seguí abriendo las demás cajas.
La de Kyle tenía unas Matrioskas y una bolita de nieve con una miniatura de la plaza roja de Moscú. También era un poco raro.
Después me dio el suyo Adri. Su caja tenía un paquete de pasta italiana, una miniatura de la torre de Pisa y un casco de gladiador romano.
Luego abría la caja de Mery, la cual tenía una película de Asterix y Obelix, un cruasán y un llavero de la torre Eiffel.
La de Harry tenía una réplica exacta y muy bonita de un barco vikingo y la de Zayn contenía una camiseta de Cristiano Ronaldo de la selección portuguesa.
Dentro de la caja de Niall había un toro de juguete y un vestido de sevillanas, iconos españoles.
Irene había metido en la suya unos zuecos de madera, un molino en miniatura y una maqueta de una bicicleta.
En la caja de Álvaro había una navaja suiza y en la de Daniela había una maqueta en tres dimensiones de la ciudad olímpica de Olimpia y del Partenón de Atenas.
Nicki me había comprado un conjunto tirolés y Liam un iglú de los playmobil y un pingüino de peluche bastante mono.
La caja de Louis era la más grande, dentro había bastantes cosas. Había un Bobby, un autobús rojo de juguete, una cabina de teléfono típica de Londres, una bandera de Inglaterra y una camiseta que ponía I Love London.
La verdad es que todo era muy raro, no entendía nada y me debí de quedar con cara de póker.
Les di las gracias algo desconcertadas y todos se empezaron a reír.
-       Haber que sepáis que me ha gustado todo mucho, pero, ¿Puedo haceros una pregunta? – les miré con cara rara.
-       Las que quieras – dijeron muertos de la risa.
-       ¿A que viene todo esto?
-       Son tus regalos – dijo mi novio calmándose un poco.
-       ¿No te gustan? – preguntó Niall.
-       Si, sí que me gustan – me apresuré a decir – lo que pasa es que son un poco raros.
-       Y de todos ellos, ¿No te llama algo la atención? – preguntó Daniela. Me quedé pensándolo un poco.
-       ¿Que todos son raros?
-       Que chica más tonta, ¿no tienen nada en común las cosas que hay dentro de las cajas? – preguntó Mery.
-       ¿No? – conteste sin saber que decir.
-       Te hemos regalado estas cosas para que te vayas familiarizando con ellas – sonrió Nicki. Yo cada vez estaba más perdida.
-       Nos ha contado un pajarito que siempre has soñado por viajar por todo el mundo – dijo Zayn.
-       Pio pio – Álvaro hizo el sonido de un pájaro dando a entender que había sido el quién les había contado es pequeño secreto mío.
-       Queremos cumplir tu sueño, pero no damos para tanto así que lo que hemos hecho es comprarte cosas de diferentes países de Europa para que tengas una pequeña parte contigo – esta vez, habló Liam.
-       Cada uno somos un país – dijo Irene.
-       Yo soy Alemania – Tammy.
-       Yo soy Rusia – Kyle.
-       Yo soy Italia – dijo Adri
-       A mí me ha tocado Francia – esta vez hablaba Mery.
-       A mi Escandinavia y créeme que ha sido la mas difícil – dijo Harry.
-       Yo soy Portugal – hablaba Zayn.
-       Yo soy español, español, español – cantó Nialler.
-       Yo represento a los países bajos – dijo Ire.
-       Y yo a Suiza – Alvarito.
-       Nosotros somos Austria e Islandia y también ha sido bastante complicado – dijo Liam.
-       Y yo soy Inglaterra – dijo Louis antes de estrecharme entre sus brazos.
-       Muchas gracias chicos, en serio me encanta.
-       Que mentirosa eres – me dijo Dani – Anda dadle el regalo de verdad porque yo no me aguanto más.
-       ¿El regalo de verdad?- pregunté completamente desconcertada.
-       Si tonta, haber queríamos llevarte de verdad por toda Europa pero de verdad no damos para tanto así que se nos a ocurrido llevarte a Europa de una manera un poco mas reducida.
Louis, el que estaba hablando me tendió dos entradas para Europark. Era un parque de atracciones situado en Alemania el cual estaba dividido en zonas. Cada zona estaba ambientada en un país europeo diferente y era cada uno de los países que los chicos habían representado con sus cajas.
-       Lo de las cajas era solo una broma, salís mañana y ya lo tienes todo preaparado – dijeron riendo.
Yo solo corrí a abrazarlos a todos con lágrimas en los ojos agradeciéndoles todo lo que habían hecho por mí, eran los mejores amigos que podía haber encontrado.
-------------------------------------------------------------------------------------
OLA OLA PAJARITO SIN COLA!! chorrada del día.
Sé que no os esperabais capi hasta el finde pero hay que celebrar que TENGO ENTRADAS PARA EL CONCIERTO EN MADRID!!!! 
Otra cosita se que el capi es una mierda, no me mateis por ello ya vedrán capitulos mejores, este no se me dio bien escribirlo!!
Última cosita habeis escuchado Diana?? ME ENCANTA. Os la dejo aquí por si no la habeis escuchado
Un besazo.

KISSES

domingo, 15 de septiembre de 2013

Capítulo 16

Un cumpleaños lleno de sorpresas.
*NARRA PATRI*
Eran las once de la noche del día 21 de agosto y estaba que me caía de sueño. Hoy había sido un día un poco raro. No había salido de casa en todo el día y el máximo movimiento que había hecho era con los dedos sobre el ordenador o el móvil.
Había llamado a mi padre para que le pusiese el Skype a mi abuela Carmen y la pudiese felicitar. Cuando terminé vi a una de mis amigas madrileñas conectada y también hablé con ella por Skype. Álvaro me había felicitado con adelanto porque mañana iba a estar de viaje y no me iba a poder felicitar. Álvaro era mi mejor amigo, nos conocíamos desde los 6 años y siempre había tenido el sueño de ser militar, al final se alistó en el ejército y por eso no hablamos casi nunca, siempre estaba viajando de un sitio a otro. Después de hablar durante 20 minutos con él por whatsapp, me había pasado toda la tarde viendo películas de piratas del Caribe con María.
Las dos estábamos depres así que no habíamos liado con la nocilla y el helado de chocolate y ahora estábamos empachadas. Yo estaba depre por pasar mi cumple lejos de mi familia y porque hacía casi dos semanas que no veía a Lou y Mery seguía plof con lo de Harry, así que nos pusimos las pelis para alegrarnos un poco la vista con el morenazo de Orlando Bloom.
A las 11 me metí en la cama muerta de sueño y sin poder con mi vida pero no dormí demasiado ya que a las 12 en punto empecé a escuchar golpes en la ventana. Me acerqué a ver que era lo que pasaba y lo que pasaba tenía nombre y apellidos.
Louis William Tomlinson estaba lanzando pequeñas piedrecitas contra el cristal de mi ventana con la intención de despertarme, consiguiéndolo, claro está.
-       Tomlinson, ¿Sabes que hora es?
-       Por supuesto, las 12 en punto, lo que significa que ya estamos a 22 de agosto. Felicidades princesa.
-       Muchas gracias Lou.
-       Bueno que, ¿bajas a darme un beso?
-       Sube tú.
-       ¿Que hago? ¿Trepo por la pared?- dijo irónicamente.
-       No estaría mal, serías mi pequeño Spiderman.
-       Ya pero es que yo soy más de Superman. Ven a abrirme la puerta anda. – dijo con una de esas sonrisas que me quitaban el sentido.
Bajé las escaleras descalza y en pijama, corriendo prácticamente con muchísimas ganas de besar al chico que hacía mi mundo un poquito mejor.
Abrí la puerta y me le encontré con un precioso ramo de rosas en la mano.
-       Felicidades princesa – repitió antes de que me tirara a sus brazos a besarle.
En el ramo había 17 rosas, y 17 eran los años que cumplía. Este chico había pensado en todo.
-       ¿Me invitas a pasar? – dijo cuando nos separamos.
-       Si pero no has mucho ruido que están todas durmiendo…
Me estaba dando la vuelta mientras pronunciaba esa frase. No la pude terminar ya que todos estaban en el salón gritando felicidades peque.
Corrí a abrazarlos a todos y nos fundimos en un abrazo de grupo masivo. Me contaron que llevaban allí desde que me había ido a dormir y que me preparase porque mañana me esperaban muchas sorpresas.
Estaba Harry también, solo que él estaba en una punta y Mery en otra de la sala. Él la miraba esperando una mirada a cambio pero a ella solo le brillaban los ojos a causa de las lágrimas contenidas que albergaban también en los ojos de él. Se quedaron a dormir, así que como ya era costumbre bajamos unos cuantos colchones y dormimos en el salón.
Louis me abrazó por la espalda entrelazando nuestras manos y antes de quedarme dormida susurró.
-       Felicidades mi amor.
A la mañana siguiente unos besos por el cuello me despertaron haciéndome cosquillas.
-       Buenos días cumpleañera.
-       Buenos días Lou. – sonreí mientras me desperezaba.
-       Te he preparado el desayuno.
-       ¿Y los demás?
-       Se han ido, tenían cosas que hacer. Pero no te preocupes por ellos, hoy es solo para ti y para mí.
-       Vamos a desayunar – dije posando un dulce beso sobre sus labios - ¿Que has preparado?
-       Gofres con Nutella y nata.
-       Que ricos
-       Pero los míos son especiales.
-       ¿Por?
Mira – dijo poniéndome un plato con gofres delante. 
-       Eres un cursi Tomlinson – reí.

-       Es verdad, me estas volviendo un cursi.
-       Yo no tengo la culpa, ya eras así – volví a reír.
Y así entre risas y tonterías, desayunamos esos preciosos gofres con forma de corazón que mi cursi había preparado.
-       Me tengo que ir a cambiar de ropa, pero tardo 20 minutos.
-       Vale tranquilo, yo mientras me voy duchando. ¿Dónde vamos a ir?
-       Es sorpresa – dijo antes de salir por la puerta.
20 minutos más tarde ya estaba lista. Me había puesto una camiseta negra con una calavera, unos shorts vaqueros y unos botines negros de tacón ancho que eran muy cómodos para andar. 
Me deje los rizos sueltos para que se me fuese secando el pelo y me puse mus gafas de sol negras. Guardé mi móvil en un bolsillo y el monedero en el otro y justo antes de terminar de echarme gloss recibí un mensaje.
“Te estoy esperando fuera. Tengo una sorpresa, te va a encantar. Xx Louis.”
Me volví a guardar el móvil en el bolsillo y salí para encontrarme enfrente de la puerta de casa a Louis subido en una moto y cargado con dos cascos y un pañuelo.
subido en una moto y cargado con dos cascos y un pañuelo. (FOTO)
-       ¿Confías en mí? – preguntó cuando llegué hasta el riendo.
-       Si
No dije nada más. Puso el pañuelo sobre mis ojos y después me puso el casco para ayudarme a subir a la moto. El se subió delante.
-       Agárrate fuerte. – dijo antes de arrancar.
Pasé mis manos por su cintura y me abracé a él. La moto arrancó y empezó a coger velocidad.
Realmente no se cuanto tiempo pasó porque me quedé como flotando, como si estuviese en una nube pero estuvimos bastante tiempo encima de la moto. Me invadieron los recuerdos en aquel pequeño viaje. Recordé que cuando era pequeña, mi padre me llevaba al cole en moto, y a mí me encantaba porque la velocidad me hacía sentir libre. Estaba sintiendo la misma libertad en aquel momento y, aunque estaba encantada de estar con Louis, echaba de menos a mi familia.
De repente la moto se paró y Louis se bajó. Me dio la mano y me ayudó a bajar a mí. Me quite el casco y sentí como que salía de una burbuja. Podía escuchar lo que pasaba a mí alrededor, y en ese momento escuché el sonido de hojas crujiendo bajo mis pies.
Aún con la venda puesta Louis me cogió de la cintura y me condujo hasta algún sitio desconocido para mí. Poco a poco empecé a captar sonidos y olores diferentes a los que había en el centro de Londres. No se escuchaba tráfico ni gente preocupada corriendo de un lado a otro, se escuchaba algún que otro pájaro y el sonido del viento pasando entre las ramas de los arboles que, suponía, estaban encima de mi cabeza.
No se olía la contaminación, ni el humo de los coches del centro de la ciudad, olía a bosque y a plantas, olía a aire limpio y puro. Esto también trajo recuerdos a mi cabeza de cuando salí con Álvaro, mi mejor amigo a montar en bici, y también le extrañé mucho. En ese momento supe que todo el día sería un recuerdo constante de mi pasado, ya que, al ser un día señalado para mí, echaría en falta a las personas que no lo compartirían conmigo.
Poco a poco, Louis dejó de caminar.
-       ¿Estás preparada para ver donde te he traído? – dijo en un susurro sobre mi oído.
-       Si – dije sonriendo.
-       Espero que te guste – lentamente quitó la venda.

Todo lo que veía a mí alrededor era verde. Lou me había traído hasta el corazón de Epping Forest. Simplemente me di la vuelta y le besé. El sitio era perfecto y la compañía aún más.
-       ¿Te gusta?
-       Me encanta. – sonreí sobre sus labios.
-       Todavía no has visto lo mejor. Ven.
Cogió mi mano y echó a correr. Parecíamos dos niños pequeños y no puedo negar que me encantaba. Corrimos esquivando arboles y pequeños troncos en el suelo que casi nos hacen caer pero al final llagamos a un claro donde los arboles se abrían un poco pero que unos metros más allá se volvían a cerrar.
Era un sitio íntimo y muy bonito. Había una manta en el suelo, en una parte del claro con una cesta encima, nuestro almuerzo. También había un columpio construido con unas cuerdas atadas a las ramas de un árbol enorme. Todo era perfecto.
-       Muchísimas gracias.
-       No tienes porque darlas.
-       Nadie había hecho nunca nada así por mí, por eso quiero agradecértelo.
-       Pues ya era hora, y no tienes que agradecérmelo solo a mí. Lo hemos preparado entre todos, por ejemplo el columpio lo montaron Liam, Niall y Harry ayer. La comida, la han hecho Nicki y Daniela. Harry la ha traído hace un rato, y la idea ha sido mía.
-       ¿Por qué no están los demás aquí?
-       Porque, como ya te he dicho antes, el día es para nosotros dos solos, ya estarás con ellos por la noche, además, siguen preparando más sorpresas, no te creas que esto se ha acabado aquí.
-       ¿Me van a gustar las sorpresas?
-       Espero que sí.
Nos sentamos a comer en la manta y entre risas y besos terminamos con la comida que habían preparado Nicki y Dani, dejando un bizcocho de chocolate para el final. Recogimos un poco y nos echamos sobre la manta, abrazados. No sé por cuánto tiempo me quedé dormida pero cuando desperté Louis me abrazaba fuertemente por la espalda, temiendo que fuese a salir corriendo en cualquier momento.
Pasamos la tarde recorriendo el bosque, trepando a los arboles y persiguiéndonos entre nosotros como niños pequeños.
Caía la tarde cuando estábamos los dos acurrucados sobre el columpio de madera. Yo estaba sentada sobre sus rodillas con la cabeza apoyada sobre su pecho, aprovechando del silencio, la tranquilidad y el rato a solas.
-       ¿Te has dado cuenta como han cambiado las cosas? – pregunté.
-       ¿A que te refieres?
-       Hace prácticamente dos meses se sentó un chico a mi lado mientras yo dormía, los dos íbamos en un avión con destino a Londres y no nos dijimos una palabra en todo el vuelo. ¿Has pensado en lo mucho que ha cambiado todo desde entonces? Solo han pasado dos meses y nada es igual.
-       Bueno, desde un primer momento supe que eras alguien que iba a cambiar mi vida, es como algo que sentí la primera vez que te vi, pero nunca pensé que lo cambiarías todo de esta manera.
-       ¿Te imaginas lo diferente que sería todo ahora mismo si no hubiésemos cogido ese avión?
-       Bueno, a veces me gusta pensar que el destino está escrito, y si por cualquier cosa en el destino está escrito que íbamos a encontrarnos, si no hubiésemos cogido ese avión, nos hubiésemos conocido en cualquier otro sitio.
-       ¿Y si no te hubieses dejado la mochila?
-       Bueno ahí supongo que fui yo quien le echó una mano al destino – dijo esbozando una de sus preciosas sonrisas.
-       ¿Qué quieres decir?
-       Que la mochila no se me olvidó accidentalmente, la dejé aposta. Quería volver a verte.
-       Si no llego a coger la mochila podrías haber perdido todo lo que llevabas dentro.
-       Me arriesgué, y al final no salió tan mal. Solo sé que desde ese día, las cosas han cambiado mucho.
-       ¿En que sentido?
-       Te has vuelto una persona muy importante para mí, imprescindible me atrevería a decir, y no sé si eso es bueno o malo.
-       ¿Por?
-       Porque cuando dependes tanto de una persona, y necesitas verla y estar con ella, o simplemente escucharla para que tu día sea un día completo es porque dejas de quererla para necesitarla, e incluso amarla. Y cuando necesitas a alguien tanto como para llegar a amarle, duele mucho más cuando se marcha.
-       No voy a marcharme – dije dándome la vuelta y mirándole a los ojos – estoy cansada de tantas despedidas.
-       ¿Crees que esto es para siempre?
-       Me gustaría que sí lo fuese.
Sonreímos para luego juntar nuestros labios en un beso que de alguna manera sellaba la promesa no escrita de no marcharse. Parecerá estúpido hablar del futuro o de un para siempre cuando cumples 17 años ya que la vida da muchas vueltas. Pero era lo que sentía en ese momento y lo que esperaba que algún día se cumpliese, el pasar el resto de mi vida a su lado, aprendiendo cada día un poco más de él y queriéndole cada vez un poco más, porque por primera vez en mi vida, podía gritarle a todo el mundo, sin avergonzarme y sin miedo a lo que dijesen los demás, que estaba enamorada.
Poco a poco la tarde fue pasando y, sentados en ese mismo columpio vimos al sol desaparecer tras los arboles, dejando el cielo un poco más oscuro.
-       Venga levanta que nos vamos  - dijo cuando el último rayo de luz a penas era visible.
-       ¿A dónde?
-       A prepararte para tu próxima sorpresa.
Dejamos las cosas allí que dijo que Liam iba a ir luego a recoger. Andamos durante unos 10 minutos por el bosque y llegamos a la moto. Esta vez me dejó ir sin la venda y pude sentir la libertad que sentía cuando era pequeña al completo. Tardamos como una media hora en llegar a casa y me dejó allí diciéndoles a las chicas que me preparasen.
-       Cuidádmela – dijo antes de darme un beso y volverse a subir a la moto que según me habían contado era de Zayn y estaba muriendo por volver a tenerla entre sus manos, era como su niña pequeña.
-       Tranquilo que te la devolvemos de una pieza, solo que más guapa – dijo Dani. Acto seguido se puso el casco y se marchó.
Las chicas estaban como locas gritando por la casa como unas desquiciadas. Me hicieron meterme en la ducha en cuanto entré y después envuelta solo en una toalla empezaron a peinarme, vestirme y maquillarme.
La verdad es que al final quedé bastante bien. Después de que terminar conmigo todas se fueron a duchar y a empezar a arreglarse. A los dos minutos de estar lista llamaron a la puerta. Salí a abrir y me encontré con el chico que media hora antes me había traído a casa, se había cambiado de ropa y esta vez, traía tan solo una rosa en la mano. 
-       Wow, estás preciosa.
El mérito es de las chicas. – le quité importancia.




-       Me rectifico, eres preciosa y lo que llevas puesto te queda muy bien.
-       Ahora no tengo nada que decir – le besé. Comenzamos a andar. - ¿Mas sorpresas?
-       Por supuesto.
-       ¿Que se te ha ocurrido ahora Tomlinson?
-       Nada, realmente solo estoy haciendo tiempo. Son las 7 y media y tu siguiente sorpresa no empieza hasta las 8 pero quería estar contigo. – besó mis labios una vez más, nunca me cansaba de sus besos.
Estuvimos media hora andando por las calles de Londres sin ningún destino aparente hasta que llegamos a la puerta de un local que se alquila por días.
-       ¿Estás preparada?
-       ¿Te vas a quedar conmigo?
-       Si.
-       Entonces estoy preparada para cualquier cosa.
Él sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta. Todo dentro era perfecto, solo perfecto. Estaban todos dentro esperando para gritarme felicidades en cuanto puse un pie dentro de la sala.
La sala era enorme, muy amplia y con dos puertas, las cuales daban a un baño y a una habitación para guardar trastos. Habían montado un pequeño escenario y habían decorado toda la sala.
Estaban todas las personas que en esos momentos eran tan importantes para mí. 
Dani y Zayn,
Irene y Niall,
Nicki y Liam,
incluso estaban Harry y Mery,
aunque cada uno en una punta de la sala. Fui corriendo a todos a abrazarles a todos y a darles las gracias por todo lo que habían hecho por mí pero no paraban de repetir que ellos prácticamente no habían hecho nada, todo había sido culpa de mi novio.
Me di la vuelta y lo abracé colgándome de su cuello como si me le fuesen a quitar y besé sus labios hasta que no tuvimos más aire en nuestros pulmones.
Zayn se fue a la mesa de mezclas con Dani y empezaron a pichar música a lo que todos contestamos bailando. Una hora más tarde necesitábamos un descanso lo que aprovechamos para cenar unas pizzas y hacer el tonto con el micrófono de la wii que había traído Niall y canciones que iban pinchando los Dj improvisados que nos habíamos buscado.
Era lo mejor que habían hecho nunca por mí, y aún no había pasado nada.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
Capítulo monosiiiiiiisimo y lleno de fotos y ademas bastante largo. Ahora es cuando todas os preguntais porque esto y yo os contesto, porque no quiero que me matéis ya que voy a estar como dos semanas sin subir, el finde que viene lo dedicaré a escribir y subiré al siguiente, o puede que no a lo mejor subo antes pero todo dependerá de mis profesores, los deberes que tenga y el tiempo que me de a escribir.
Hoy no os pregunto yo, preguntadme vosotras y contestaré a lo que queráis con la verdad y nada mas que la verdad. 
KISSES