jueves, 24 de octubre de 2013

Capítulo 19

Confianza, claridad y recuerdos.
*NARRA HARRY*
Tras hacerme con la dirección del hermano de Mery gracias a las chicas, me volví a subir al todoterreno negro y conduje hasta la calle que tenía apuntada en el papel.
Me bajé del coche y subí las escaleras de la entrada. Llamé al timbre y escuché la puerta abrirse. En cuanto levanté la cabeza sufrí un fuerte impacto contra mi mandíbula. Adrián me había atizado un puñetazo.
-       Espera – dije antes de que cerrase la puerta, metiéndome un pierna dentro de su casa.
-       ¿Que coño quieres? – su voz denotaba mala leche.
-       Probablemente me merecía el puñetazo por capullo, subnormal…
-       Gilipollas, niñato, insensible…
-       Vale me ha quedado claro, no hace falta que me lo sigas restregando – le corté – es probable que tengas razón en todo lo que has dicho, pero estoy enamorado de ella.
Volvió a levantar el puño dispuesto a volver a darme y yo no me defendí. Tan solo cerré los ojos esperando un golpe que no llegó. Abrí los ojos lentamente y le vi con el puño en alto debatiendo si darme o no. Finalmente bajo el puño y me miró a los ojos. Los suyos eran azules pero en algo me recordaban a los de María y supongo que sería la sinceridad que escondían.
-       Y lo peor de todo es que ella también te quiere, y no perdonaría si te hiciese algo, a pesar de lo que tu le has hecho a ella – sus ojos brillaban de odio, rabia e impotencia.
-       Escúchame por favor. Yo no le hice nada, al menos no estando consciente y no se lo haría nunca por que la amo. Si no me crees habla con Daniela o con Zayn, ellos lo saben mejor que yo pero necesito que me ayudes. – le supliqué.
-       ¿Por qué tendría que ayudarte?
-       Porque la amo, no la quiero, la amo y la estoy perdiendo. Hoy se ha marchado y no quiero perderla del todo, necesito explicarle que la quiero, se que a ti te ha dicho donde a ido, por favor… - terminé casi sin voz por la angustia que se escondía en mi pecho.
El no dijo nada. Se limito a mirarme, prácticamente estudiando mis movimientos. Miraba mis ojos aguantándome la mirada. Yo también le miraba a los ojos y a través de ellos recordaba las miles de veces que me había perdido en los ojos de su hermana. Finalmente se decidió a hablar.
-       Ha vuelto a casa, a Madrid.
-       Muchas gracias – dije dándome la vuelta para ir al aeropuerto a buscarla.
-       Harry – me llamo – Mas te vale cuidarla mucho, porque como vuelvas a hacerla daño el puñetazo de antes será solo una caricia en comparación con lo que te haré.
Consiguió sacarme una sonrisa. Me senté en el coche y me miré en el espejo. Tenía el labio partido y salía un poco de sangre pero me importó más bien poco. Arranqué y puse camino al aeropuerto, tenía que recuperarla.
***
Media hora mas tarde llegué al aeropuerto y compre un billete a Madrid. Todavía faltaban dos horas para que el vuelo zarpase y estaba muy nervioso.
Adrián me había dicho que había ido a hablar con Zayn y que este le había contado lo que había pasado. Dijo que sentía mucho lo del golpe ahora que sabía lo que había pasado, me dio la dirección del lugar en el que probablemente estaría Mery y me dijo que la paliza seguía en pie si la hacía daño.
No había traído equipaje, realmente no me hacía falta. Estuve dando vueltas por el aeropuerto para matar el tiempo.
Iba caminando por un largo pasillo cuando alguien me agarró del brazo y tiró de mi hacia el interior de un cuarto de la limpieza. Me asusté.
-       ¿Pero que…?
-       Hola Harry – respondió una voz femenina. Levanté la mirada y me encontré con unos ojos oscuros y una melena larga, rubia y brillante.
-       Tú – dije al reconocerla.
-       Me alegra saber que te acuerdas de mí
-       ¿Quién eres?
-       Es verdad, nos enrollamos pero aún no sabes mi nombre. Me llamo Claire.
-       Tú y yo no nos enrollamos, me drogaste – le espeté.
-       No tienes pruebas, ni tú, ni tus amigos metomentodo.
-       ¿Qué quieres?
-       ¿Yo? Nada, terminar lo que empezamos el otro día. La última vez nos interrumpió tu amiguita. – pasó su brazos alrededor de mi cuello.
-       Suéltame, tengo que irme – la grité deshaciendo su abrazo.
-       ¿A dónde? ¿A recuperar a la niñata esa? Sabes que no va a volver contigo. Solo es una estúpida niñata… - no la dejé seguir. La rabia invadió mi cuerpo y no pude controlarme. La agarré del cuello y la empotré contra la pared.
-       No vuelvas a hablar así de ella – la dije lleno de rabia.
-       ¿Por qué? Es lo que es, un niñata y una estrecha. ¿Os habéis acostado ya? No. Tu y yo nos lo pasaríamos muy bien juntos.
-       Cállate.
-       Es verdad ella es solo una niña estúpida y sin experiencia, fijo que es virgen y yo soy toda una mujer.
-       Ya pero es que entre tú y ella hay una diferencia mucho más grande que toda esa mierda. Que a ella la quiero y a ti no, que ella tiene corazón y tu no. No quiero que te acerques a ella – dije apretando más el agarre.
-       No cantes victoria tan rápido – dijo con dificultad para respirar – siempre consigo lo que quiero y esto no va a ser una excepción.
-       Me parece que estás equivocada. No te acerques a ella – apreté un poco mas – ni a mi – mas – ni  a mis amigos – ni a nada de lo que me importe porque como vea a alguien más de las personas a las que quiero sufrir y sea por tu culpa, no voy a dudar en encontrarte y matarte, no sería tan difícil.
Después de esto la solté y escuché como respiraba con mucha dificultad.
-       A, y sobre lo de que tu y yo podríamos pasar un buen rato, lo dudo, estoy enamorado de ella, y además no me acuesto con putas – dicho esto salí de aquella sala, dejándola con la palabra en la boca y habiéndola puesto en su sitio.
Unos minutos mas tarde dijeron por megafonía que mi avión había llegado adelantado y que podíamos empezar a embarcar.
Me subí al avión y me quedé dormido olvidándome de lo que había pasado unos minutos atrás y pensando que dentro de una horas, volvería a verla.
*NARRA MERY*
Hacía tres horas que había llegado a Madrid. No había sido capaz de dejar de llorar en todo el viaje y cuando llegué a casa tenía una pinta lamentable, me abrió la puerta Alejandra, la hija de mi madrastra. Realmente nos llevábamos muy bien y aunque ninguna de las dos estaba de acuerdo con la relación que mantenían nuestros padres éramos grandes amigas.
Nada mas abrir la puerta me abrazó pero no me hizo preguntas, simplemente me abrazó, y me di cuenta de que era lo que necesitaba en ese momento. Me dijo que mi padre y mi madrastra estaban de viaje y que ella se marchaba esa misma tarde por lo que tendría la casa para mi sola.
Me subí al que siempre había sido mi cuarto. Muchos recuerdos pasaron por mi mente. En aquella habitación había vivido tantas cosas que entre esas cuatro paredes podía sentir las lagrimas, las sonrisas y el miedo.
Me desvestí y me puse una camiseta larga. Después me senté sobre la cama y cogí mi móvil. Llamadme masoca, pero necesitaba volver a verle. Comencé a ver nuestras fotos y a leer sus últimos mensajes, no me atreví a borrar nada.
Pocos segundos después volvía a sentir con muchísima mas fuerza todo el dolor y todas las lagrimas retenidas. Tiré el móvil contra el suelo, como si él tuviese la culpa, rompiendo así su pantalla. Me tumbé sobre la cama y metí las manos por debajo de la almohada para dejar caer mis lagrimas sobre esta.
Bajo la almohada sentí una cosa fría entre mis dedos y la saqué. Miré la cuchilla, como si estuviese saludando a una vieja amiga.
Las lágrimas seguían brotando por mis ojos emborronando mi vista mientras recordaba la última vez que estuvo entre mis manos. Mi móvil empezó a sonar y en la pantalla empezó a lucir el nombre de Harry, probablemente ya supiese que me había marchado. Otra punzada de dolor atravesó mi pecho al acordarme de él.
No lo dudé. Levanté un poco el borde de mi camiseta y clave el borde de la fría cuchilla sobre la piel desnuda de mi muslo. Hice un poco de fuerza y deslicé la cuchilla sobre mi pierna.
Un dolor agudo recorrió el lugar en el cual se había producido el corte. Repetí la acción varias veces, dejando marcas en mi piel por las cuales caían regueros de sangre manchando mis sábanas.
El teléfono volvió a sonar. Otro corte.
No era que los cortes aliviasen mi dolor pero lo contrarrestaban, mas o menos. El dolor físico nunca sustituiría al dolor emocional, pero podía aplacarlo un poco.
Finalmente, derrotada dejé caer la cuchilla al suelo y me tiré en la cama, con la cara sobre la almohada para liberar todo el dolor que sentía en ese momento y dormir para que ese horrible día se acabase de una voz por todas.
***
Me desperté varias horas mas tarde, no me había dado cuenta de la hora que era. Había pasado toda la noche desde que había llegado la tarde anterior. Yo me había marchado el día 23 de madrugada y estábamos a día 25 ya. Eran las 7 y media de la mañana y no hacía demasiado calor así que me vestí y salí de casa a correr como hacía siempre, hacía un año atrás.
1000, 2000, o incluso 3000 recuerdos vinieron a mi mente. Unos teñían mis mejillas de rojo como el recuerdo de mi primer beso en esa misma calle, otros llenaban mis ojos de lágrimas al recordar cosas que no se repetirían jamás y otros hacían esas lagrimas brotar, recordando a gente que no iba a volver.
Había dejado mucha gente atrás en mi vida, y mucha gente me había dejado a mí, y ahora la historia volvía a repetirse, me marchaba, dejando a gente que quería atrás, quedándome sola otra vez.
Le echaba de menos, ¡Joder! No podía negarlo. No estar cerca suya me estaba matando y la distancia no hacía otra cosa que daño, más del que incluso ya sentía.
Seguía corriendo cada vez aumentando mas la velocidad, llorando, como si eso fuese a aliviar mi dolor. Quería volver, necesitaba verle, saber que estaba bien, que me seguía queriendo, me daba igual todo lo que hubiese pasado. Sentía como si sangrase por dentro, una herida que no se cerraba, que solo estaba ahí para recordarme lo que había pasado, un vacio que me recordaba que hacía un tiempo allí estaba mi corazón.
Corría, cada vez mas rápido, cada vez mas lejos, cada vez sentía mas dolor, me oprimía el pecho y no me dejaba respirar.
Paré.
Las lagrimas no me dejaban ver el camino, y temía caerme. Puse las manos sobre mi pecho, como si quisiese aliviar así mi dolor, tapar mi herida, sujetar los trocitos de mi corazón que todavía quedaban. Empezaron a pasar imágenes por mi cabeza, su sonrisa, sus ojos, sus besos, los momentos que pasamos juntos, mis lagrimas. Caían mas y mas lágrimas mientras las imagines seguían pasando por mi cabeza, torturándome, rompiéndome en cachitos. Como nos conocimos, nuestros piques, nuestro primer beso, mis primeras lagrimas, todas nuestras sonrisas, todo el amor… le había perdido por tonta y ahora solo quería que todo volviese a ser así.
Subí las manos a  mi cabeza, intentando parar todos los recuerdos que me hacían tanto daño, solo quería volver y volver a verle, estar a su lado.
Ya no serviría de nada volver, el encontraría a otra chica que le diese mas de lo que yo le daba. Se volvería a enamorar y yo no sería nada mas que un mal recuerdo. No se acordaría mas de mi, y todo sería mas fácil… para el.
Ya le echaba de menos, mas de lo que le había echado nunca. Le necesitaba a mi lado.
Todo fue como si alguien estuviese escuchando mis suplicas internas, pues sentí una mano sobre mi hombro y me giré.
Allí estaba él. Con esos profundos ojos verdes que tanto necesitaba ver.
-       No me importa lo lejos que te vayas, voy a ir detrás de ti siempre.
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Hola criaturitas del señor!! Que tal andais? Seguro que con dos piernas (que graciosa soy) Muchas cositas que contaros. Primero veo que suben los miembros del blog y me encanta pero no comentan (eso no me encanta tanto) Pediros que me sigáis recomendando pues eso me motiva para seguir escribiendo y a todas las lectaras fantasma, adelante, comentad, no muerdo.
Espero que os haya gustado el capi. Para empezar estais empezando a descubrir pequeños secretos de los personajes, todos tienen uno. Mery se cortaba y ha vuelto a recaer por no tener a Harry cerca y porque algo en Madrid la está haciendo sufrir ¿Que será?
También habeis descubierto hace tiempo ya, el secreto de Patri, el porque se marcho de España, el pasado de Dani, el de Zayn, el de Irene, el de Nicki... CONSEJO: Recomendaría que tuvieseis en mente el pasado de los personajes, porque el pasado puede volver en cualquier momento, así que si os acordais de alguna parte preguntadme sin miedo.
Bueno quería deciros amores míos que ya no tengo la escayola, ya tenfo el bracito bien, y que estoy preparando una sorpresita muy muy muy especial pero probablemente tarde bastante tiempo, ya que es una cosa que no depende solo de mí y que necesita dedicarle muchas horas.
La última cosa, sabeís que hacía unos capitulos me daba por preguntaros cosas, bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeen pues vuelven las preguntas. Esta vez la pregunta es, ¿a parte de directioners, que sois? otra cuestión es que me pongais un mote y que me digais nombres de trilogías, sagas o libros que os hayan enganchado mucho.
Sabeis que si quereis preguntarme algo, cualquier cosa, podeis hacerlo, no tengo ningun problema en contestaros.
Un besazo preciosas.
KISSES

viernes, 11 de octubre de 2013

Capítulo 18

Aviones.
*NARRA LOUIS*
Las horas fueron pasando y la gente se empezó a marchar hasta que solo nos quedamos Patri y yo.
Se sentó en el piano y me senté con ella.
-       Muchísimas gracias – me dijo.
-       No tienes porque darlas.
-       Nunca habían hecho algo así por mí.
-       Pues que yo sepa sigue siendo tu cumpleaños, así que no se han acabado las sorpresas.
-       ¿Más?
-       Cierra los ojos – le pedí.
Ella obedeció y yo saqué de mi bolsillo mi pequeño regalo. Retiré su pelo con el máximo cuidado posible y la máxima delicadeza que mis manos me permitían. Besé su cuello con dulzura y la note estremecer ante mi contacto. Pasé mis manos alrededor de su cabeza y la abroché el colgante.
Ella abrió los ojos y bajó la mirada para ver lo que había situado sobre su cuello. Era una púa de plata atada a uno de los extremos. Por la parte de delante tenía grabada la frase “When words fail music speaks” y por la de atrás había una L entrelazada con una P.
Ella levantó la mirada con los ojos llorosos y besó mis labios, agradeciéndome aquel regalo, y, aquel agradecimiento, era mejor que mil gracias.
-       Mira, ya he aprendido a tocar un poco el piano – dijo mirándome con esos ojos que me hacían enloquecer.
-       Adelante pequeña.
Empezó a rozar las notas en el piano conmigo a su lado en el banco, pero antes de empezar a tocar me miró.
-       Quería tocar una canción mía pero no tengo el cuaderno de las letras.
-       ¿Éste? – dije levantando la tapa del piano y sacando su cuaderno.
-       Ostras no me había dado cuenta que es el piano de casa – dijo asombrada.
Puso el cuaderno sobre el caballete sobre una página que se llamaba If I lose myself tonight. Había unas frases sobre unas notas colocadas sobre en pequeño pentagrama.

-       Canta conmigo – dijo antes de empezar a presionar las teclas del piano.
Al terminar nos miramos sonriendo.
-       Eres buena – dije.
-       He tenido un buen profe.
-       Ahora le toca al profe demostrar sus habilidades.
Esta vez fui yo quien empezó a presionar las teclas del piano. Para después dejar fluir mi voz a la vez que las notas creaban una melodía que yo mismo había escrito.
Y así entre canciones, besos y risas terminó su cumpleaños, su primer cumpleaños a mi lado, solo esperaba que no fuese el último.
*NARRA ?????*
Desde aquella ventana veía a la que un día fue mi chica, y la veía feliz aunque no estuviese a mi lado.  A lo mejor ahora el momento perfecto para retirarse, dando la batalla por perdida.
No podía negar que seguía enamorado de ella, porque si lo hiciese mentiría pero la hice mucho daño y entiendo que haya rehecho su vida. Se merece ser feliz y probablemente si yo ahora mismo me metiese por medio no lo sería, además, no me lo perdonaría nunca.
Solo quiero verla bien aun que me joda mucho que no sea conmigo con quien se divierte, pero en la vida hay que saber ganar y saber perder y creo que en esta pequeña guerra, he perdido yo.
No pienso alejarme de ella porque se que no aguantaría dos meses sin tenerla cerca pero tampoco me parece justo decirle que estoy aquí, no por mí si no por ella. Me limitaré a protegerla sin que ella lo note igual que hice el día que llamé a Daniela. Sé que puede que el esconderme no me dure mucho pero por lo menos me aseguraré de que nadie le haga daño el tiempo que me sea posible.
Espero que ese chico la haga feliz porque si se atreve a hacerle daño, no podré quedarme escondido.
*NARRA MERY*
Llegamos a casa después de dejar a Patri a Louis solos y me fui directamente a la habitación. Estaba muy cansada de fingir que todo iba bien cuando no era verdad, de fingir una sonrisa cuando lo único que quería hacer era llorar.
Seguir en Londres no me hacía bien porque sabía que no iba a poder olvidarle mientras le tuviese cerca.
Llamadme cobarde si queréis pero el agujero que sentía en el pecho era demasiado grande y dolía demasiado como para seguir allí, cerca de él.
Esperé a que todos se durmieran y silenciosamente saqué una maleta de debajo de la cama y empecé a echar ropa mientras por mi cara bajaban lágrimas y mas lágrimas, nublándome la vista.
Cogí lo que necesitaba y en silencio y muy despacio bajé las escaleras, intentando no hacer ruido, sin embargo cuando llegué abajo, una mano se posó en mi hombro.
Di un pequeño bote por el susto y fijé mi vista en los ojos color chocolate de Irene que me miraban desde la oscuridad.
-       Tranquila – dijo al notar mi nerviosismo al haber sido descubierta – no voy a decir nada.
-       Gracias. – le agradecí.
-       ¿De verdad te vas? – asentí – No puedo creer que ni siquiera fueras a despedirte.
-       Me costaría mas marcharme y sé que intentaríais detenerme.
-       No soy nadie como para retenerte aquí viendo como lo estás pasando pero necesito que me prometas dos cosas, antes de marcharte. – se acercó un poco más.
-       Dime
-       Necesito que me prometas que vas a estar bien, y necesito que me prometas que vas a volver.
-       Te lo prometo – dije antes de abrazarla.
Ella me devolvió el abrazo y sin hacer ruido para no despertar a nadie más me marché. El taxi ya me estaba esperando en la puerta para llevarme al aeropuerto. Necesitaba volver a casa por un tiempo, aclararme y olvidarle. Solo compré el billete de ida, pues a pesar de la promesa que le hice a Irene, no sabía si iba a volver.
*NARRA DANI*
Al día siguiente me levanté la primera. Patri no había dormido en casa ya que le habíamos preparado las maletas para que durmiese en casa de Louis, y así que cogiesen el avión por la mañana temprano al día siguiente.
Bajé las escaleras y me di un susto tremendo al ver a Irene sentada en el sillón con claros indicios de haber estado llorando.
-       Irene, ¿Qué te pasa? – pregunté preocupada.
-       María se ha ido – dijo simplemente mientras una lágrima caía por su rostro.
-       ¿Cómo que se ha ido?, ¿A dónde?
-       Ha vuelto a casa y yo o se lo he impedido.
-       Pero, ¿Por qué?
-       Porque aquí no es feliz Daniela, yo tampoco lo sería si la primera vez que me enamoro me rompen el corazón de esta manera. Entiendo perfectamente que quiera irse lejos y yo no era quien para meterla en la jaula que se a convertido su habitación. Aquí no va a ser feliz porque Harry le a jodido la vida – entonces como si un resorte saltase en mi cabeza, lo comprendí todo.
-       ¿Se ha ido por Harry?
-       Si
-       Mierda, mierda, mierda – dije
-       ¿Qué pasa? – preguntó sin comprender pero yo ya no la escuchaba.
-       Hay que ir al aeropuerto a buscarla, no se puede ir, tiene que saberlo – me movía por la habitación como un perro encerrado, mi cabeza funcionaba a dos mil por hora – soy una puta mierda, tendría que habérselo dicho.
-       Daniela, tranquilízate – Irene me cogió por los hombros - ¿Qué es lo que Mery tiene que saber?¿Que no le has dicho?
-       Que Harry no tiene la culpa.
-       ¿Cómo que no tiene la culpa? Dos no se morrean si uno no quiere. Lo que le pasa es que es un… - la corté.
-       ¿Te acuerdas de la rubia, la del supermercado, con la que se “lio” Harry? – pregunté haciendo las comillas con los dedos en liarse.
-       Si, ¿que tiene que ver ella con…?
-       Zayn y yo la hemos estado siguiendo. El otro día se le cayeron unas pastillas del bolso y fuimos con un amigo de Zayn a identificar que eran. Eran Escopolamina, es una droga muy fuerte que utilizan los violadores porque les quita el control del cuerpo a las victimas pero siguen sabiendo lo que hacen. Harry iba muy borracho esa noche y ella le invitó a unos chupitos muy fuertes a los que le echó la Escopolamina por lo que Harry perdió el control de su cuerpo por culpa de la droga y no sabía lo que estaba pasando por culpa del alcohol.
-       Pero…
-       La chica esa se aprovechó de él sabiendo que el no se podía negar por culpa de la droga y sabiendo que Mery le iba a buscar. Cuando Mery les encontró parecía que Harry tenía la culpa pero el no sabía lo que hacía, era como si estuviese inconsciente, aunque estuviese despierto. Se convirtió en un muñeco sin voz ni voto y la chica se aprovechó de esa situación para hacer daño a Mery, para intentar quitársela de encima, y ahora, lo ha conseguido.
*NARRA HARRY*
Miedo. Solo sentía miedo. Había tenido un sueño rarísimo, mas bien una pesadilla. Era la misma sensación que tenía desde hacía varios días solo que ahora muchísimo mas fuerte. Sentía que la perdía.
Desesperado y pensando que todo un mal sueño volví a dormirme para despertarme horas mas tarde con un mensaje que me llegaba desde un número desconocido.
“Claire te drogó, no te enrollaste con ella por voluntad propia. Pregúntale a tu amigo Zayn, el sabe lo que pasó. Tu chica ahora mismo va camino del aeropuerto, recupérala antes de que sea tarde. No preguntes quien soy, es mejor que no lo sepas, considérame un amigo.”
Ese mensaje me dejó descolocado pero no se porque, un impulso me hizo creerle. Ya había amanecido hacía un rato y Louis y Patri ya se habían marchado. Cogí las llaves del coche y conduje hasta casa de las chicas, donde encontré a Irene, Daniela y Zayn en el salón.
-       Harry – dijeron sorprendidos al verme allí.
-       ¿Quién me drogo? – pregunté sin mas.
-       La rubia con la que te enrollaste en la discoteca.
-       ¿Cómo? – volví a preguntar sin emoción ninguna en la voz.
Zayn empezó a contarme todo lo que sabían. Yo cada vez me enervaba más. Cuando terminó de relatarme lo que había pasado, muchas cosas volvieron a tener sentido en mi cabeza, entendí el dolor de cabeza del día siguiente y el no acordarme de nada, que Mery se enfadase tanto y que no me acordase ni siquiera de donde se metió la chica después de que Mery nos viese, pues ella ya se había marchado dejando todo el daño hecho.
Me levanté del sofá donde me habían obligado a sentarme y abrí la puerta de casa de las chicas.
-       ¿Dónde vas? – preguntaron.
-       A buscar a María antes de que se vaya.
-       Harry, Mery ya habrá cogido el vuelo, y so sabemos donde se ha podido ir. – dijo irene.
-       No lo entendéis, tengo que explicarle lo que a pasado, la amo, no puedo perderla.
No dije ni una palabra más y nadie intento detenerme. Salí de la casa y me subí al coche. Pensé en las palabras de irene. Había demasiados vuelos y no sabía cual había cogido Mery.
Le di un golpe al volante y me tiré del pelo, desesperado. De repente se me ocurrió una idea, su hermano.
*NARRA NICKI*
Me desperté en una cama que no era la mía y me asusté. Un poco después puse mi mente en orden y los recuerdos empezaron a llegar borrosos hasta mí. Un gruñido me sacó de mis pensamientos haciendo dar un bote del que casi me caigo de la cama.
Me giré para comprobar que mi mente no me engañaba y recordaba lo que había pasado la noche anterior, más o menos con claridad.
Efectivamente mi mente iba bien encaminada y me topé con un Liam dormido monísimo. Tenía la mejilla apoyada contra la almohada y tenía la boca ligeramente abierta, cosa que me hizo desear besarle como nunca había hecho nunca a nadie. Aún llevaba el vaquero de la noche anterior puesto pero no llevaba la camiseta, ya que la tenía yo.
Le acaricié el pelo y se despertó, mostrándome la mejor imagen del día.
-       Buenos días – dije.
-       Buenos días – dijo.
-       ¿Te duele la cabeza?
-       Un poco – se frotó los ojos.
-       No me extraña, después del cumple de Patri estabas que te bebías hasta el agua de los floreros, no debías haber bebido tanto, no sé como te acuerdas de las cosas.
-       No me acuerdo – dijo sonriendo - ¿Cómo es que tu estás tan bien? – se incorporó.
-       Porque yo sé controlarme. – le sonreí.
-       ¿Hice muchas tonterías anoche?
-       Si, pero lo peor no fue lo que hiciste, si no lo que dijiste – el abrió mucho los ojos y yo salí corriendo por la casa.
-       ¡Ven aquí ahora mismo y cuéntame que hice anoche! – gritó persiguiéndome.
Estuvimos persiguiéndonos por la casa hasta que me atrapó y me estampó contra una pared. Estábamos tan cerca que sentía su respiración agitada chocar contra la mía.
-       Ahora – dijo tomando aire – vas a contarme que hice anoche.
-       Oblígame – contesté.
Nuestros ojos se encontraron haciendo brotar de ellos unas chispas que nos recorrieron enteros. Paso su mano por mi cintura levantando un poco la camiseta que me cubría, me acaricio dulcemente, como si temiese romperme y yo me dejé hacer.
No aparté mi mirada de la suya. Sumó la otra mano a mi cintura, y acarició ésta por debajo de mi camiseta para unos segundos más tarde empezar a hacerme cosquillas.
-       Para por favor – dije entre risas – me rindo.
-       ¿Que hice anoche? – ni por un solo segundo esa preciosa sonrisa que me tenía enamorada abandonó su rostro.
-       Le rompiste la nariz a Kyle – confesé.
-       ¿Como? – abrió mucho los ojos.
-       Digamos que intento propasarse conmigo y viniste a defenderme, eres mi héroe – besé su mejilla y cuando me separé me di cuenta que se había puesto super rojo.
-       Bueno… de nada…
-       Pero como te dije antes, lo peor no fue lo que hiciste, si no lo que dijiste.
-       ¿Que dije? – se acercó mas.
Sentí mi corazón desbocado chocar contra mi pecho por su cercanía. Se me quebró la voz cuando intente volver a hablar, por lo que no me salió nada más que un susurro ronco:
-       Eso tienes que saberlo tu.
Acto seguido me acerqué y bese su nariz con toda la dulzura del mundo para después irme hacia la cocina para preparar el desayuno, mientras en mi cabeza todavía resonaban sus palabras de la noche anterior.
FLASHBACK
-       Estoy harta, harta de ti, de ella de todos. Se nota que te importo una mierda. Pues ala corre detrás de ella y cómele la boca como llevas toda la noche deseando hacerlo.
-        Nicki ¿cuando vas a entender que las demás del mundo no me importan nada si estás tu cerca? Eres tu quien me tiene loco, no ella. Eres tu quien me tiene enamorado como un gilipollas…
FIN DEL FLASHBACK
¿Se acordaría algún día de la confesión que me había hecho o no serian mas que palabras sin sentido de un chico pasado de copas?
*NARRADOR OMNISCIENTE*
Viajar. Tantos motivos por hacerlo. Se puede viajar por negocios, por placer, por necesidad… Se puede viajar para volver a casa, para marcharse de ella… Se puede ir al lugar mas cercano o a la otra punta del mundo… En coche, tren, moto, a pie, en bicicleta, en barco o en avión.
El motivo del viaje puede ser alejarse de alguien o acercarse mas a él, para celebrar una boda o para asistir a un funeral, para sentirte libre o para volver a una jaula, para ver el mundo o para esconderte de él, para ganar dinero o para perderlo…
Puedes viajar  con tu pareja, con tu marido, tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo o incluso solo. Al final todo esto no es demasiado importante.
La gente viaja constantemente, ya sea para ir a comprar o para darte la vuelta al mundo.
Dos chicas viajando el mismo día, a la misma hora pero con diferente avión y destino.
María, volvía a casa para intentar olvidar a aquel chico de rizos, ojos verdes y sonrisa perfecta que había robado su corazón, mientras que Patri volaba lejos junto al chico que le había devuelto la sonrisa.
Mil motivos por los que volar, mil motivos por los que coger un avión y mil motivos para no volver.
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Creo que no tengo nada que decir, el capítulo habla por si solo.
Solo decir que le dedico el capi a Mery que la semana pasada fue su cumple. TE QUIERO CARIÑO.
Pediros perdón por no subir pero tengo mis motivos uno de ellos que me he vuelto a romper el brazo y me cuesta horrores escribir.
Creo que no os voy a entretener mas. Un besazo para mis babies.
KISSES