Capítulo 10

Recuerdos borrados, noches inolvidables y problemas por todos lados.

*NARRA LIAM*

Fue suficiente. Ella estaba visiblemente borracha y yo no iba a dejar que se aprovechase de esa manera de su estado

Me acerqué decidido y esperé a que se separaran. La imagen que se estaba proyectando delante de mi ahora mismo lo único que hacía era hervir mi sangre.

-       Nicki, nos vamos a casa – dije serio cuando se separaron.

-       Hola Liam – dijo ella alegre.

-       ¿Tu quien eres?¿su padre? – preguntó Kyle poniéndose chulo. El tambien iba visiblemente afectado por el alcohol.

-       Soy el que te va a partir la cara como te alejes de ella ahora mismo – dije lleno de rabia.

En un segundo le cambió la cara. No me importó usar aquellas formas con el, al fin y al cabo iba tan borracho que probablemente mañana no se acordaría ni de que me conoció.

Cogí a Nicki de la mano y la saqué de la discoteca. Ella no dijo nada, se había quedado fija mirando nuestras manos cogidas. No iba a negar que la situación era estraña, igual que no iba a negar la corriente eléctrica que recorrió mi cuerpo al sentir su piel contra la mia, pero si no la sujetaba de alguna manera, no llegaría viva a casa, casi no se mantenía en pie.

Caminamos a duras penas hasta la casa de las chicas y abrí la puerta con la copia que nos dieron el día que las ayudamos a pintar. Todo el camino fuimos en silencio pero no era un silencio incomodo, no del todo.

Ella miraba nuestra mano entrelazada y después me miraba a mi. Parecía una niña pequeña asustada y la vi mas vulnerable que nunca.

Toda la rabia de cuerpo pasó cuando me miró a los ojos y me sonrió cálidamente.

La senté en el sillón del salón y me dirigí a la cocina a hacerle café, realmente ella lo necesitaba. La cocina de la casa de las chicas era abierta y solo estaba separada del salón por una encimera con varia sillas en la que sentarse a tomar el desayuno, por lo que desde la cocina podía observar todos y cada uno de sus movimientos.

-       ¿Tengo algo en la cara? – le pregunté de repente.

-       ¿Qué? – preguntó despertando como de una especie de sueño.

-       No nada, que como no dejas de mirarme me preguntaba si tenía algo en la cara. – dije sonriendo

-       Bueno, tienes una sonrisa y unos ojos muy bonitos – dijo susurrando creyendo que no la oía mientras se sonrojaba.

-       Toma anda – dije tendiéndole un café con caramelo – a ver si con esto te despejas un poco.

-       ¿Sabes una cosa Liam? – me dijo sincera mientras bebía. – El otro día soñé contigo.

-       ¿Y eso? – dije un poco mas interesado, al fin y al cabo dicen que los niños y los borrachos no mienten.

-       Me preparabas un café como este, pero luego te sentabas conmigo en el sillón a ver una peli romanticona, yo acababa llorando porque el protagonista se marchaba, tu besabas mi cabeza y me prometías no marcharte nunca – dijo mientras seguía bebiendo.

-       Nicki…

-       A veces me gustaría que los sueños dejasen de ser sueños para que se convirtiesen en realidad – dijo fijando sus ojos verdes en los mios.

-       A mi también – contesté sincero.

Se terminó el café y la ayudé a subir a su habitación. Se puso el pijama con dificultad y se metió en la cama. Me senté en el borde del colchón y hable completamente sincero, total, mañana no iba a acordarse de nada.

-       ¿Por que dijistes que no te importaba si me liaba o no con Kyle? – dijo mirándome con sus enormes y precios ojos verdes esmeralda.

-       Porque estaba celoso – contesté sincero.

-       No tienes porque – dijo ella.

-       Si, si tengo. Él es guapo, simpático y te hace sonreír y yo, ¿que soy? – le pregunté – un tonto que te hace enfadar a la primera oportunidad que tiene, y solo porque se muere por tí – dije sin preocuparme por lo que pasase cuando ella se despertase.

-       Tu eres mí tonto, y si me enfado, me enfado conmigo porque me siento impotente. Te necesito cerca y no se como hacer que te quedes cerca – dijo como si de verdad pudiese pensar en lo que estaba diciendo

-       Solo tienes que pedírmelo – dije recordando que no sabía lo que decía.

-       Pues quédate – dijo antes de dormirse.

*NARRA MERY*

La verdad es que me lo estaba pasando bien con el idiota de mi novio. Intentaba provocarme sin demasiado resultado, bailábamos como unos locos y bebíamos como si esa fuese la ultima cosa que íbamos a hacer en el mundo. Aún así me sentía extrañamente observada por alguien.

Eran las cuatro de la mañana cuando me di cuenta de lo perjudicado que iba Harry así que decidí que era hora de irse a casa.

-       Harry, cariño es tarde, vámonos a casa – dije susurrando en su oído.

-       Vale – dijo muy sonriente.

-       Espera un minuto que voy al baño, cuando vuelva nos vamos. No te muevas – dije antes de salir camino del baño.

Entré al baño y salí en dos minutos. Empecé a buscar a Harry por la discoteca pero no lo encontré por ninguna parte. Salí fuera para llamarle pero en la puerta había demasiada gente borracha y no oía nada.

Me metí en un pequeño callejón que había al lado de la discoteca y me puse a intentar llamarlo. Un tono, dos… de repente empecé a escuchar una musiquilla que conocía muy bien unos metros a mi derecha. Era la canción que Harry tenía para cuando lo llamaban. Me acerqué hacia la música y realmente deseé no haberlo hecho.

Si, Harry estaba ahí, pero no estaba solo. Estaba comiéndose la boca con una rubia oxigenada, y por si eso no fuera poco parecía que a mi novio se le había perdido algo debajo del vestido de esa chica.

No fui capaz de reaccionar, me quedé como en estado de shock. Unas lágrimas de impotencia y de rabia empezaron a bajar por mis mejillas mientras que la sangre comenzaba a hervirme.

-       ¡ERES UN CAPULLO! – grité con todas mis fuerzas antes de salir de allí.

No podía creerme que me estuviese haciendo eso. Era demasiado para soportar. Me había dicho que me quería, me había prometido que iba a estar conmigo siempre, me había dicho que yo era alguien importante en su vida, pero… No habían sido mas que estúpidas mentiras que me había creído como una tonta. El amor no existe y ya tendría que haberme dado cuenta.

Escuché como gritaba mi nombre pero ni siquiera me di la vuelta. Me quité los tacones y comencé a andar descalza por las calles de Londres mientras de mis ojos no dejaban de caer lágrimas y mas lagrimas.

Me sentía estúpida por haberme creido todas sus mentiras, pero que me esperaba, le conocía desde hacía un mes, un puto mes. Ni siquiera sabía como era, ni siquiera sabía si lo único que estaba buscando era tenerme abierta de piernas encima de su cama para después darme la patada. Me había enamorado de un chico al que casi ni conocía y le había entregado mi corazón.

Me había quedado sin defensas y el dolor había llegado directamente a mi cuerpo.

Una y otra vez llegaba a mi cabeza la imagen de Harry y esa chica en el callejón, torturándome llegando incluso a sentir como algo dentro de mi se rompía. Sentí como sangraba por dentro y note un intenso dolor en el lugar en el que tenía que estar mi corazón.

De repente me di cuenta de como en unos minutos mi pequeña fantasía se había venido abajo.

Seguía andando por la calle mientras de mis ojos seguían cayendo lágrimas que hacían que todo mi maquillaje se corriese. No sabía exactamente donde iba, solo sabía que mis pies había elegido una dirección y debía seguirla.

Mi cabeza me quemaba, y el pecho me dolía al recordar la horrible imagen del callejón. Me paré a pensarlo y decidí que no tenía que llorar, el no se merecía ni siquiera que llorase.

Llegué al destino que mis pies habían elegido y llamé al timbre. Era un edificio en el que ya había estado alguna que otra vez pero no entendía porque había ido hasta allí. Lo mas probable era que mi subconsciente había decidido que en esos momentos necesitaba estar con el.

Al  minuto mas o menos de que hiciese sonar el timbre se abrió la puerta mostrándome al dueño de la casa a la que había llamado. Estaba claro que le había despertado y era normal contando que eran aproximadamente las cuatro y media de la mañana.

Se asustó al verme en ese estado y sin ni siquiera decir una palabra me abrazó. Era lo que mas necesitaba en esos momentos, un abrazo de mi hermano.

*NARRA IRENE*

Nos cansamos pronto de estar en la discoteca. No porque la noche fuese aburrida ni nada por el estilo, si no porque entre nosotros dos había algo pendiente, y los dos lo sabíamos que cuanto antes nos marchásemos de esa discoteca, antes podríamos saldar la cuenta pendiente.

Subimos a un taxi y le dimos la dirección del edificio en el que vivía Niall. Pagamos al taxista al llegar y subimos de la mano y riendo hasta el piso.

En cuanto cerramos la puerta empezamos a besarnos y no paramos hasta llegar a la habitación que desde hacía unas semanas compartíamos.

Nos dejamos caer sobre la cama y seguimos besándonos mientras nuestras manos recorrían el cuerpo del otro, intentando memorizar cada cosa que tocaban.

Niall acariciaba mi cintura y me pegaba mas a él. Metí las manos por debajo de su camiseta y se la quité. Después de aquella camiseta fue el resto de nuestra ropa mientras los besos y las caricias seguían por nuestros cuerpos.

Estábamos tumbados en la cama, yo debajo y el encima sin dejar caer todo su peso encima de mí, pues aún tenía las costillas magulladas. Nos besábamos y acariciábamos como si después de aquella noche no fuésemos a vernos nunca más.

Mis manos empezaron a recorrer su espalda y llegaron a la goma de sus bóxers, se separó.

-       ¿Estás segura de esto? – preguntó con la respiración agitada.

-       Segurísima – dije sonriente.

A partir de ahí sobraron las palabras. En pocos segundos desapareció nuestra ropa interior, dando a lugar a una noche en la que los dos nos fundiríamos en uno solo, disfrutando como nunca. Es cierto que no era mi primera vez, ni la suya tampoco, pero si era nuestra primera vez juntos, y era mi primera vez con una persona de la que estaba realmente enamorada.

*NARRA PATRI*

Nos lo estábamos pasando genial pero decidimos que a las cinco y media de la madrugada era buena hora para volver a casa. Solo quedábamos Louis, Daniela, Zayn y yo en la discoteca porque los demás se habían ido marchando, menos Mery y Harry que desaparecieron de repente, pero bueno ellos iban un poquito mas por libre.

No íbamos borrachos pero todos habíamos bebido por lo que no podíamos coger los coches. Como la casa de Louis era la que mas cerca estaba de la discoteca y tenía sitio de sobra nos quedaríamos allí a dormir los cuatro.

Éramos un poco escandalosos ya que no podíamos dejar de reír por las tonterías que hacía Louis, aún así, llegamos de una pieza a casa de Louis.

Lo que nos encontramos al abrir la puerta de la casa nos dejó de piedra. Todo estaba echo un desastre, había platos rotos por todos lados y botellas de vodka vacias tiradas por el suelo, pero lo que mas nos asusto de todo era que también había pequeñas gotitas de sangre por el suelo.

Nos pusimos a ver que había pasado pero no nos costó demasiado encontrar el problema. Harry estaba en el suelo de la cocina sentado con le espalda apoyada en la pared. Tenía los nudillos sangrando y completamente destrozados. Tenía una botella de vodka a medias entre las manos y no dejaba de llorar.

-       Harry, ¿que te ha pasado? – preguntó Louis preocupado.

-       Soy un gilipollas tio, la he perdido – dijo entre lagrimas y como pudo, iba bastante borracho.

-       Harry, tranquilízate y cuéntanos lo que te ha pasado – dijo Zayn.

-       No va a poder contestaros, va demasiado borracho – dije yo preocupada.

-       Se ha bebido 3 botellas y media de vodka mas lo que hubiese bebido en la discoteca, o le bajais la borrachera o no vais a poder hablar con el – dijo Daniela.

-       Louis, llévate a Harry y dale una ducha de agua fría par que se le baje un poco mientras yo hago café muy cargadito – dijo Zayn.

-       Nosotras recogemos el desastre del salón – dije yo.

Cada uno se fue a hacer su tarea. Y media hora después ya estaba todo hecho. Harry no estaba bien del todo pero con el café y la ducha se le paso un poco la borrachera y pudimos hablar con el un poco mas aunque no conseguimos saber que le pasaba.

Le curé las heridas de las manos, ya que tenía un pelín de experiencia como enfermera gracias a una de mis primas, que me enseño cuando era pequeña.

Decidimos que lo mejor era que todos nos fuésemos a dormir y a la mañana siguiente estaríamos mejor y mas descansados para hablar.

Me acosté en la cama con Louis y me abrazó por la cintura. Le di un corto beso de buenas noches y me quedé dormida sobre su pecho, habían pasado demasiadas cosas en un solo día, y aún faltaban muchas cosas por pasar.

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Oh Oh se avecinan problemas. Me estoy dando cuenta de que estoy generando demasiados problemas para las pocas partes cuckis que hay. Es verdad que no quiero ser demasiado empalagosa pero tampoco sé si a vosotras os gusta como está llendo la novela. Necesito que me lo digais por que me estoy empezando a preocupar, estan desapareciendo lectoras y me preocupa bastante. De todas formas espero que os lo esteís pasando bien en las vacaciones. No creo que tarde demasiado en volver a subir pero tened por seguro que si no subo, el 22 de agosto tenéis capítulo fijo, ES MI CUMPLE. 

Creo que nada mas de momento a parte de pedirs un favor enorme, recomendadme plis.

KISSES